Catástrofe

Catástrofe
Vientos huracanados con granizo y lluvia sembraron terror entre los santiagueños, arrancaron árboles de raíz, derribaron postes del tendido eléctrico, techos, tapias, carteles comerciales y destruyeron vehículos que quedaron en la calle. La violencia del fenómeno dejó a cientos de familias sin su hogar en ambas ciudades.

Un verdadero desastre natural castigó ayer a nuestra ciudad. Un feroz tornado con ráfagas de viento que superaron los 120 kilómetros por hora; una fuerte lluvia y caída de granizo, se abatieron poco antes de las cuatro de la tarde, en una nueva jornada agobiante que a esa hora transcurría con 41 grados.

La magnitud del fenómeno arrojó pérdidas millonarias que hasta última hora de ayer no se podía evaluar fehacientemente, porque se seguía trabajando en los daños ocasionados.

El tornado se abatió con especial fuerza en la ciudad capital y en La Banda, donde numerosas familias debieron ser evacuadas.

Cambio

Luego de varias semanas con fuertes calores, los santiagueños anhelaban un cambio de tiempo, y aunque el pronóstico del Servicio Meteorológico anunciaba posibles tormentas, nadie suponía que podía darse una situación de estas características.

Repentinamente, pasadas las tres de la tarde, un viento muy fuerte comenzó a soplar desde el sector suroeste, y un manto de tierra cubrió toda la ciudad. La intensidad del viento fue creciendo y de inmediato se desató una fuerte tormenta, precedida por la caída de granizo.

En algunos sectores de la ciudad, el tamaño de las piedras era como un huevo, según reportaron varios vecinos a EL LIBERAL.

El viento ocasionó serios destrozos y uno de los sectores más castigados fue el parque Aguirre, donde cayeron numerosos eucaliptus. Durante toda la noche trabajaron cuadrillas de Defensa Civil, Parque y Paseos y Servicios Públicos, para despejar las principales áreas del paseo, por lo que se desconoce la cantidad de especies que fueron derribadas.

En la estación terminal de ómnibus, dos paños de vidrios de una de las confiterías fueron destruidos, y una gran cantidad de agua anegó el hall central y varios sectores del edificio, por lo que quedaron fuera de servicio las escaleras mecánicas y los ascensores, y varios colectivos debieron estacionar sobre la avenida Roca.

También el Forum sufrió las consecuencias, y las principales avenidas de la ciudad estuvieron cortadas por la caída de frondosos árboles.

La comuna integró a última hora un comité de emergencias y hoy habrá una reunión de gabinete para evaluar los daños y se analiza la posibilidad de declarar a la ciudad como zona de emergencia por los daños sufridos.

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