Catamarca sería otro de los escenarios para grabar el film “Los dioses del agua”

Catamarca sería otro de los escenarios para grabar el film “Los dioses del agua”
El Desierto de Piedra Pómez ubicado en el departamento Antofagasta de la Sierra, es uno de los escenarios que interesa al cineasta Pablo César para filmar la película “Los dioses del agua”, que protagonizará Juan Palomino, y que busca poner en evidencia los profundos lazos culturales entre Argentina y Africa.

Se trata de la primera coproducción entre Argentina y Angola, realizada en el marco del acuerdo de cooperación cultural firmado en julio pasado por ambos gobiernos y en la que César -quien filmó otras películas en Malí, Túnez, Benín y Cabo Verde- indagará en los misterios de las cosmogonías de los pueblos Dogon y Tchokwe, traídos a América por los hombres llegados aquí como esclavos.

Con Juan Palomino y Charo Bogarín (cantante del grupo Tonolec) como protagonistas, “Los Dioses del Agua” será filmada en distintas geografías de Lunda Norte y Malange, en Angola, especialmente en la zona de las Cataratas de Kalandula y en las Piedras Negras de Pungo Andogo, y en Addis Abeba y Lalibela, en Etiopía, en antiguos monasterios coptos y en una zona de obeliscos milenarios.

Relatos y mitos

El título del filme surge del nombre de unos seres acuosos que -según coinciden el Génesis bíblico y la cultura sumeria- vinieron a la Tierra desde el espacio trayendo el lenguaje, “seres anfibios que llegaron a crear al ser humano, según los relatos y mitos que también serán indagados en la película”, explicó al respecto César en una entrevista a Télam.

“Pueden haber muchísimas otras humanidades en este planeta que tiene 4.500 millones de años. Solo conocemos una breve parte de la historia escrita, pero hay muchas cosas que no sabemos y permanecen en un profundo misterio”, sostuvo el cineasta, que realizó una honda investigación sobre el tema, explorando a fondo la cultura y mitos de los pueblos Dogon y Tchokwe.

La historia

“Los Dioses del Agua” sigue los pasos de Hermes (Palomino), quien durante 20 años se dedicó a la investigación de antiguas culturas y a la comparación de sus respectivas cosmogonías, y que además prepara una obra teatral inspirada en el mito Dogon que plantea la existencia humana como el resultado de un experimento realizado por seres de otros mundos.

Un día, Hermes conoce a Oko, un joven de Angola que está en Buenos Aires para estudiar la historia de los afrodescendientes, pues un sueño recurrente lo trae a este país: en un túnel unos esclavos africanos se encuentran engrillados y se habla el español.

A partir de este encuentro, el protagonista hallará la forma de llegar al África a estudiar culturas primitivas que aún hoy llevan en forma oral conocimientos milenarios, y en ese viaje iniciático tendrá una visión reveladora que lo llevará a expandir su conciencia y obtener la reconexión de lo que él estaba esperando.

Memoria histórica

Una de las preocupaciones esenciales de César es “recuperar y sanear la memoria histórica sobre las raíces culturales y profundos vínculos que existen entre nuestro país y africa. Sabemos que la Argentina tiene varias madres y una de ellas es Africa, desde donde llegaron costumbres, símbolos y músicas que confirman una relación estrechísima entre los pueblos”.

“Quiero contar una ficción cuyos elementos se basan en estudios etnológicos y etnográficos. Será accesible para todo público, porque mi objetivo es compartir esto que estudié y que tal vez pueda ser explorado y mejorado por otras personas, porque hay muchos que están investigando, buscando pruebas y evidencias que nos den una luz en nuestra ceguera”, indicó el cineasta que próximamente arribará a Catamarca.

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