Caso Silvia Andrea, el juicio: testigos dieron pistas sobre las desprolijidades del accionar policial

Caso Silvia Andrea, el juicio: testigos dieron pistas sobre las desprolijidades del accionar policial

En la tercer semana del juicio oral y público que busca establecer las responsabilidades de los nueve imputados por el homicidio de la joven Silvia Andrea González (15), ocurrido en 2001 en Campo Viera, el ex Jefe del Servicio de Operaciones de la Unidad Regional II de la Policía de aquel momento dejó un manto de dudas respecto a cómo se desarrolló la búsqueda de la menor, señalando que eran tres grupos diferentes y cada uno respondía a su jefe y seguía los rastrillajes sin compartir datos.

En la reanudación del juicio, que se realiza en Oberá, se dio un desistimiento de testigos que fueron citados por las partes que inclusive estaban presentes y dispuestos a declarar, pero como muchos de ellos fueron llamados por una sola parte, el tribunal no encontró objeción alguna para descartar los relatos. Por este motivo, de una lista de 10 testigos, solamente la mitad declaró.

Además, en esos primeros debates del día, se solicitó desde la defensa del imputado Marciano Benítez, a cargo de la Dra. Sandra Llamosas, se lleve adelante una inspección ocular en la vivienda de Luciano Pérez, donde Benítez trabajaba y varios testigos aseguraron ver a una joven encerrada y pidiendo auxilio. Este pedido será definido por el tribunal este miércoles. A esta solicitud apoyó la Fiscalía, a cargo de la Dra. Estela Salguero de Alarcón, quien además pidió se realice una inspección ocular en casa de Norma Ríos, cuyo testimonio en su momento fue considerado clave y luego se desestimó.

El primero de los testigos en declarar fue Victo Rivero (35) quien en su momento estuvo detenido en el marco de esta causa. Manifestó que por el paso del tiempo había cosas que no recordaba, pero si tenía muy presente que los días que estuvo alojado en sede policial fue golpeado y “torturado” en varias oportunidades por efectivos de la Brigada de Oberá, para que declare contra Benítez. “Ellos suponían que yo sabía algo y querían que cuente, cada vez que me golpeaban me decían eso”, indicó.

Sostuvo que el imputado Miguel Silvera (ex jefe de la comisaría de Campo Viera) pudo ser uno de los efectivos que lo golpeó.

Luego llegó el turno de Ramón Rivero (60) quien en 2001 se desempeñaba como jefe del Servicio de Operaciones de la URII, detallando de qué manera actuaron los efectivos a su cargo y destacando que en esa oportunidad participaron de la búsqueda de la menor las brigadas de Oberá, Posadas y policías de Campo Viera.

Destacó que ante cada pista o dato obtenido se daba cuenta de ello a cada jefe particular y reconoció desconocer si los oficiales superiores comunicaban al Juez de Instrucción. “Los datos se incorporan por escrito y cuando es oral se fija constancia en el sumario. Cada asiento de un sumario se realiza en la comisaría, como las declaraciones. Normalmente no se toma testimoniales en el domicilio de los testigos y no es normal llevar elementos que puedan aportar a la causa a la casa de testigos para que las identifiquen, eso no lo establece el reglamento”, explicó.

En tanto que el testigo Ricardo Ramos (52), un trabajador de la zona, aportó un dato claveque escuchó al formar parte de una conversación: “el señor Zabala me dijo que el comisario (Silvera) le pidió que declare que el día en que desapareció Silvia Andrea él vio a la chica subirse a una moto que era conducida por Carli Ramos (hijo del testigo). ‘Si declaras eso el asunto está cocinado’, eso le dijo sin saber que hablaba de mi hijo. Pero Zabala dijo que no podía declarar eso porque no estuvo en su casa tres días. También le pidieron que diga que levantó a la chica detrás de la escuela”.

Aurelio Rodríguez (54), otro testigo y ex policía que se desempeñaba como chofer, dijo que en una oportunidad cuando las hermanas Marina y Fabiana Cantero estaban detenidas, el padre fue a llevarles comida y, en ese momento, Fabiana (imputada en la causa), le manifestó: “A Marina le están por llevar a Posadas y no sé qué hacer para que no hable”.

El último de los citados para la ronda de testimoniales, Ángel Gruber, aportó que Aurora Natividad Rivero (imputada declarada en rebeldía) era propietaria del bar donde supuestamente vieron a Silvia Andrea.

El juicio continuará este miércoles con más testigos, a partir de las 8.30 en la sede de la Unidad Regional II de Policía.

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