Otra muestra de carácter dio Independiente en su visita a la cancha de Defensa y Justicia. Es que aunque parezca que el empate no es un buen resultado por cómo se dio el partido (ganaba la Lepra 2-1), la igualdad termina siendo favorable por varios puntos: porque jugaba con el único escolta de Banfield y no perdió y porque se pudo recomponer de un gol que le marcaron antes del minuto de juego.

No hay nada peor que te hagan un gol desde el vestuario, como suele decirse en la jerga futbolera. Eso le sucedió a la Lepra en Florencio Varela. Benítez dejó atrás la marca de Ariel Agüero, centro y Brian Fernández definió en soledad al lado de Ayala. Antes del minuto de juego el Azul perdía ante el “Halcón”.

Nunca pudo encontrarle la vuelta en los primeros 45 minutos el equipo de Roberto Trotta al buen juego de los de Varela, sobre todo de medio campo para arriba.

El sector derecho siguió siendo el elegido por el equipo de Cocca. Y cuando la pelota entraba en campo leproso, Defensa y Justicia mostraba por qué es el segundo en la tabla de posiciones, con un juego rápido y eficaz y por eso el Azul pasó grandes sofocones en su área.

Pero Independiente con el “Negrito” Gautier, que aguantaba ante las embestidas de los centrales del “Halcón”, dejaba la sensación de que podía lastimar.

Cuando se terminaba la primera etapa, una buena jugada entre los chiquitines (Gautier, Pérez y Gamba) de la Lepra, terminó en gol de Gamba, el segundo desde que llegó a Independiente.

¿Merecido el empate? No, pero eso nada importaba.

En el segundo tiempo Independiente no sufrió tanto como en la primera parte. Es que Roberto Trotta ubicó a Emiliano Fernández como central y Federico Guerra quedó como único volante central, así mejoró y pudo equilibrar la tenencia del balón.

En ese momento es donde empezó a crecer el trabajo de Ezequiel Pérez, quien empezó a hacerse dueño de la pelota, ya que la zona media del local estaba más despoblada porque Cocca decidió ir a buscar el triunfo y descuidó la zona media. Gracias a ese espacio Pérez originó la falta que terminó en un golazo de su autoría.

Luego del 2-1, Trotta intentó cerrar el partido con el ingreso de Villarreal por Gamba, pero Defensa y Justicia llegó al empate por más ganas que fútbol y así terminó festejando el empate.