Crear una carrera innovadora en la región, y acompañar el proceso que implica no solo la inscripción de estudiantes sino también el cursado y posterior egreso, no es una tarea sencilla. Recientemente, Ingeniería en Agrimensura, la carrera de grado más joven de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Hídricas de la Universidad Nacional del Litoral (Fich-UNL), alcanzó los 50 graduados.

Tras la exposición pública de su proyecto final de carrera: “Estudio dominial y valuatorio para un proyecto de avenida en la ciudad de Esperanza”, Javier Girolimetto se convirtió en el graduado número 50.

Esa carrera es la más joven de la oferta académica de grado de la Facultad. Comenzó a dictarse en 2004 y en pocos años logró fortalecerse, alcanzando la máxima acreditación otorgada por la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (Coneau) y un promedio de 100 alumnos inscriptos por año.

Si bien padece problemas comunes a todas las ingenierías del país, con una baja tasa de graduados anual con respecto al número de ingresantes, se considera que la cantidad de egresados de Ingeniería en Agrimensura de la Fich es alentadora de cara al fortalecimiento académico de la carrera y del ejercicio profesional, principalmente en la provincias de Santa Fe y de Entre Ríos.

“En la actualidad, los estudiantes que cursan la carrera rondan en 430 y el cuerpo docente, integrado también por graduados de esta casa, cubre satisfactoriamente las disciplinas que integran el plan de estudios. Además, frente a la escasa oferta de agrimensores que presentaba la provincia de Santa Fe hace unos años, nuestros graduados contribuyeron a incrementar el número de profesionales en este campo”, señaló Silvio Graciani, director del Departamento Cartografía y Agrimensura de la Fich, tras comentar que aproximadamente el 70 por ciento de los egresados de la Fich está matriculado en Santa Fe y el resto ejerce en Entre Ríos.

El profesional número 50

En su trabajo, Javier Girolimetto propuso un estudio dominial y valuatorio para un proyecto de avenida en Esperanza, como alternativa de entrada y salida a la ciudad que logre descongestionar la gran densidad vehicular que existe actualmente.

Javier es oriundo de esa ciudad y su amor por la carrera no fue a primera vista. “Cuando terminé la escuela secundaria no sabía qué carrera seguir en la universidad. Mi mamá tenía un tío agrimensor, me explicó en qué consistía la profesión y decidí tomar este camino”, recordó el ingeniero.

Y agregó: “Al principio no me resultaban muy atractivas las asignaturas básicas, pero luego me fue gustando mucho la carrera. Lo que más disfruto son las mediciones a campo porque te permite conocer lugares inimaginables”.

La carrera

Ingeniería en Agrimensura fue creada en 2003 (y comenzó a dictarse al año siguiente) para dar respuesta a la creciente demanda de profesionales actualizados en la materia, entre otras necesidades del medio.

La carrera, con sede en la Fich, posee una duración de cinco años y forma profesionales habilitados para desarrollar actividades de catastro territorial, cartografía, geodesia, mensuras, infraestructura vial, planeamiento urbano, obras públicas en general, sistemas de información del territorio, ordenamiento territorial urbano y rural, expropiaciones de inmuebles o venta de propiedades fiscales, así como tasaciones masivas o puntuales de inmuebles.