Cientos de personas experimentaron ayer incómodas esperas para adquirir gas en garrafas en la empresa Surgas. No sólo realizaron largas colas sobre la calle sino que lo hicieron en medio del barro por la lluvia de la madrugada. La firma atiende al cliente por una reducida ventana que da a la vereda, donde no se ve el rostro del empleado.
Luego del frío fin de semana donde se registró un mayor consumo de gas en los hogares, ayer numerosas personas concurrieron en forma masiva hasta la única planta proveedora de gas envasado en Comodoro Rivadavia.
Y la atención no fue de la mejor debido a que los clientes tuvieron que permanecer en la calle para esperar su turno y en medio del barro, cuestionaron los usuarios de ese servicio a Diario Patagónico.
Hasta hace poco los clientes ingresaban al interior del amplio predio que funciona sobre la avenida Yrigoyen 3850, en el barrio Industrial, para ser atendidos. Se despachaba la garrafa y se abonaba en una oficina sin mayores inconvenientes ni espera.
Pero luego de la problemática con la falta de stock del gas envasado y en la que tuvo que intervenir el Estado provincial, cambió la forma de atención. Incluso no se atiende los sábados.
Ahora, los usuarios entregan la garrafa vacía por una especie de tambor giratorio, reciben un número y tienen que abonar sobre una pequeña ventana que da a la vereda del frente de la empresa. Lo curioso es que colocaron una chapa con agujeros donde no se observa el rostro del empleado encargado del cobro.
Después, con la respectiva boleta se puede retirar la garrafa cargada. Para ello, ayer más de un centenar de clientes tuvo que improvisar una cola en la gredosa calle colectora de la ruta.
A raíz de la lluvia registrada durante la noche del domingo y la madrugada de ayer no hubo otra opción que esperar en medio del barro. Es que la vereda de la firma tampoco se encuentra cementada.
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