El denominado "camino viejo a Miramar" es la ruta que se extiende luego de Antártida Argentina, en el sur de la ciudad, pasando Independencia y Juan B. Justo, y Jacinto Peralta Ramos, y recorre luego el basural, la zona de quintas, y algunos campos de trigo, maíz, girasol y soja, y luego nos deja en la ciudad vecina.
La ruta fue perdiendo calidad con el correr de los años. La falta de mantenimiento y señalización preocupan porque cada año se utiliza más, ya que genera un ahorro de cerca de 15 kilómetros en comparación con la ruta interbalnearia 11.
A estos problemas se agregan dos más: La ruta se ha convertido en una pista de picadas que concentra a cientos de vehículos, que en las noches y madrugadas de los días de semana, prácticamente se apropian del camino.
El otro inconveniente no es menor: El camino viejo a Miramar es el destino de muchos autos robados o abandonados. Hoy se pueden ver cerca de 10 carrocerías quemadas en todo el recorrido. Algunos automovilistas y habitantes de las quintas han sido testigos del fuego intenso en medio de la oscuridad de la noche. Los cascos de los autos siguen ahí, decorando las banquinas.
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