Los boliches y salones de fiesta tienen ahora al menos un horizonte de reapertura de la actividad. Así lo indicaron algunos de los referentes del sector, que anunciaron que ya cuentan con un protocolo para el rubro y que la meta -siempre sujeta a la situación epidemiológica de la ciudad- es volver a fin de año.

El empresario Héctor Wenger indicó ayer que ya acordaron un protocolo para los boliches de Río Cuarto, con aplicación de la modalidad de acceso a los locales con “burbujas”, donde pequeños grupos podrán consumir comidas, bebidas y bailar.

Cada burbuja podrá albergar hasta 6 personas, que podrán ingresar con reserva previa y bajo el cumplimiento de las medidas de bioseguridad exigidas al público en otros comercios.

En este punto, Wenger explicó que el protocolo para los locales bailables no es más que una adaptación del protocolo que rige actualmente para bares y restoranes de la ciudad.

De acuerdo a este esquema, los clientes no tendrán permitido ingresar ni tener contacto con los de otra burbuja que no sea la suya.

La idea es retomar la actividad a fin de año o, si la situación epidemiológica de la ciudad lo permite, cuanto antes.

“Hemos tenido diálogo con la secretaría y la subsecretaría de Gobierno, y tratamos de seguir las disposiciones de Salud de la Nación y del COE. En base a esto, hicimos un protocolo y la Municipalidad lo vio con buenos ojos. Esperamos reabrir para fin de año o antes”, dijo Wenger.