Dátolo será jugador del equipo italiano en el que Diego hizo historia. El pase se haría en 8.000.000 de dólares por el 80%. A Banfield le tocarían 1.600.000, pero Bianchi quiere todo para Boca. Ah, hoy el Xeneize se enfrenta a Racing por el pentagonal de grandes a las 22.10.
Son las ocho de la noche y hace calor en Tandil. El viento sopla y a él se le paran cada vez más esos mechones rubios. Firma autógrafos, se queda mudo ante las consultas de los periodistas, se ríe y se sube al micro. Se sienta en la última fila y habla por celular. ¿Un llamado del cielo?
A esa altura del día, Dátolo ya se había enterado de la gran noticia gran: si Bianchi afloja, será jugador del Napoli por los próximos cinco años, con un jugoso contrato por cobrar. Sí, leyó bien: Jesús va a jugar en el equipo en el que Maradona se hizo Dios. Ah, ¿por qué todo depende del Virrey? Los tanos ofrecen 8.000.000 de dólares por el 80% de la ficha del volante, de los cuales a Boca le quedarían 6.400.000 y a Banfield 1.600.000, por ser dueño del 20%. Y como el manager pretende que los ocho palos verdes ingresen toditos a la tesorería del club, al cierre de esta edición se pensaba una solución para tratar de que Boca se quede con los billetes que le corresponderían al Taladro. Una de las opciones que se barajó es entregarle a Banfield un porcentaje más del pase de Bertolo (ya es propietario de la mitad) y algún otro jugador. Hoy, habrá un meeting entre Bianchi, la gente que acercó la propuesta y los dirigentes del Taladro, para tratar de encontrar una salida. Igual, desde el entorno del jugador confían en que la transferencia se realizará. Por eso, le pidieron al futbolista que regrese hoy a Buenos Aires (como estaba previsto) para acelerar los trámites. El apuro radica en que el mercado de pases en Italia cierra el sábado y el futbolista debe viajar lo antes posible para someterse a la revisión médica y estampar la firma.
Rew. La historia arrancó temprano. Sentado en una de las combis que suelen trasladar al plantel al Banco Provincia, Ischia recibió un llamado. Eran cerca de las 17.30. Del otro lado escuchó la voz de Bianchi, quien le comunicó que ya no iba a poder contar con ese frenético ida y vuelta que se hizo costumbre en el sector izquierdo. Entonces, apenas arribó al predio, el Pelado DT habló con Dátolo y le dio la buena nueva. Ahí, el volante hizo sonar otro celular, de alguien involucrado en la negociación, y recién en ese instante supo en qué club jugará. Cuando se enteró de que será compañero de Lavezzi y Denis, se puso chocho. "No puedo decir nada. Sé que está la propuesta, pero el club no me comunicó nada", se excusó Jesús ante la consulta de Olé. Lógico, no quiere adelantarse ni dar un paso en falso luego de la posible partida al Dynamo de Kiev que al final quedó en la nada. Igual, cuando ayer apoyó la cabeza en la almohada, sabía que deberá aprender a hablar italiano.
Hace exactamente un año, Dátolo se plantaba casi llorando frente al por entonces presidente Pompilio y le pedía que no lo vendiera al Colo Colo porque "quería triunfar en Boca". Hoy disfruta de la mejor semana de su vida. Genio y figura en el superclásico, con dos goles, la frutilla del postre es esta transferencia a una de las ligas top del mundo.
Dátolo había arribado a Boca a mediados de 2006 para suplir la partida de Daniel Bilos. Considerado como una de las grandes esperanzas del fútbol doméstico, sobre todo por su muy buen rendimiento en Banfield, Macri se animó a desembolsar 1.000.000 de dólares por el 50% de su ficha. Y hace seis meses, en una de sus últimas acciones como presidente, el actual Jefe de Gobierno porteño abonó otro palo verde por un 30% más. Así las cosas, ya quedó dicho, en La Boca son dueños del 80% y en el Sur del 20%.
"Cuando habló por teléfono con Maradona, se quedó mudo", le contó Guillermina, la mamá de Dátolo, a Olé, recordando la primera vez entre su hijo y Diego. Ahora Jesús tendrá contacto directo. Se va al equipo de Dios...
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