Becker lo blanqueó: "Federer y Djokovic no se caen bien"

Becker lo blanqueó:

El alemán habló de "falsa amistad" entre varias estrellas del circuito y criticó al suizo: "No puede ser tan amable como parece".

Para Boris Becker, el mundo del tenis exhibe una fachada que poco tiene de real. Así lo dio a entender el extenista alemán y hoy entrenador de Novak Djokovic. Desde ese lugar protagónico del circuito, disparó que el actual número uno del mundo no tiene la buena relación que muestra públicamente con Roger Federer.

"Existe una falsa amistad entre varias estrellas del circuito. Y es un secreto a voces que Federer y Djokovic no se caen bien", explicó el ganador de seis torneos de Grand Slam en declaraciones publicadas en su última autobiografía y recogidas por el diario británico The Telegraph. Además, deslizó sospechas sobre la caballerosidad del suizo al asegurar que "no puede ser tan amable como parece". En ese sentido, agregó: "La razón por la cual Federer es uno de los atletas mejores pagos de todos los tiempos es porque le cae bien a todo el mundo. Pero pensémoslo un poco: no se puede caerle bien a todo el mundo.  Él hace una buena cantidad de dinero con su imagen, pero, ¿lo haría si viéramos un poco de sus verdaderos sentimientos?".

Becker consideró que el hecho de ser el tenis un deporte tan "políticamente correcto" conspira contra su atractivo, ya que los jugadores no pueden mostrarse tal cual son. "Hay micrófonos en la pista que recogen cada reacción a su frustración o cualquier exabrupto. Todo el mundo lo oye y al llegar al vestuario hay una sanción, que puede llegar a superar los 20.000 dólares", añadió. En una entrevista reciente concedida a Radio Times, el ex número uno del mundo también se refirió a esta cuestión: "Los jugadores son seres humanos y se enojan si cometen una doble falta. Pero en la cancha deben comportarse o son multados".

El tres veces ganador de Wimbledon explicó por qué vive en Gran Bretaña y no en su país natal: "En Alemania la gente cree que les pertenezco, no tengo privacidad. Me quieren, pero ellos se enamoraron del joven de 17 años de un pequeño pueblo y les ha costado aceptar que ese chico tiene ya 47 y que no es uno de ellos".

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