Basura: los frentes que siguen abiertos

Basura: los frentes que siguen abiertos

La administración de Ramón Mestre concibió el jueves pasado como un día histórico, ya que pudo cerrar la segunda de las licitaciones que afrontó desde que inició su gestión en diciembre de 2011. Ese día logró rubricar el decreto por el cual adjudicó a tres empresas el servicio de recolección de residuos de la ciudad de Córdoba.

 

El intendente Mestre lo planteó como un logro y como muestra de que cumple con sus promesas. La otra licitación a la que hacía referencia fue la del transporte, que ya se presta desde marzo de 2014.

En la Municipalidad, destacan que se pudo cerrar la adjudicación después de dos procesos fallidos. El que llevó adelante entre 2008 y 2009 Daniel Giacomino, y que se declaró nulo por “cartelización” de las dos oferentes: Cliba y Covelia. Y la que se inició en 2013 y se abandonó en 2016 por los costos de Cotreco, Lusa y Urbaser.

 

En los dos casos, eran propuestas superadoras en cuanto a la calidad del servicio. En los pliegos de 2009, se planteaban la instalación de 85 mil contenedores para materiales reciclables, la instalación de centros de transferencia y la construcción de ocho puntos verdes para la recuperación de los materiales.

 

La oferta que recibió la Municipalidad fue de 40 millones de pesos mensuales, el doble del límite que había puesto Giacomino, incluyendo el barrido y la disposición final. Se declaró desierta, y así nació Córdoba Recicla Sociedad del Estado (Crese), con un presupuesto de 14 millones mensuales.

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Mestre lanzó su primera licitación en septiembre de 2013. Había designado a Gabriela Faustinelli como secretaria de Ambiente, con la tarea de enfocarse en los pliegos. Los pliegos establecían la contenerización gradual de todo el servicio, la implementación de la recolección mecánica de estos dispositivos y la reducción de las frecuencias de retiro domiciliario de los desechos de seis a cinco días.

Ya no se incluía la disposición final. Con ese objetivo, el municipio creó la Corporación Intercomunal para la Gestión Sustentable de los Residuos del Área Metropolitana Córdoba (Cormecor). Esta empresa llevó adelante su propia licitación para la construcción del Complejo Ambiental, pero todo el proceso está suspendido en la Justicia.

Luego de casi tres años de proceso, Mestre declaró desierto el proceso. La cotización presentada por Cotreco, Urbaser y Lusa superaba los 170 millones de pesos mensuales, incluyendo el barrido.

En paralelo, se anunció la creación del Ente de Servicios y Obras Públicas (Esop), con el objetivo de hacerse cargo del barrido de calles. Pasó un millar de empleados que prestaban el servicio a través de la tercerización que Crese puso en marcha en 2012 con Lusa y Cotreco.

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