En el barrio Psicólogos llevan semanas sin agua

En el barrio Psicólogos llevan semanas sin agua
Los vecinos aseguran que ya han denunciado la situación, pero los reclamos no son atendidos porque, al no ser todavía usuarios formales de la SAT, se encuentran en una suerte de “limbo”. La situación es tan grave que algunos optaron por seguir alquilando antes que mudarse a sus propias casas en el loteo. El ritual de los baldes y tachos para poder bañarse y cocinar.
Soledad Komaid llenó de agua la pava para hacerse el desayuno, sólo que volcó el líquido de un “tupper” que trae cuando visita a su madre, porque desde hace tres semanas que no tiene ni una gota de agua en su casa en el barrio de los Psicólogos, detrás de Villa Carmela.

Ella, al igual que el resto de las personas de los 150 lotes del barrio, tiene problemas desde el día en que entregaron las viviendas, hace seis meses. Los vecinos denuncian que se cansaron de reclamar para conseguir una solución que normalizara la provisión del servicio. El inconveniente es que, según comentan, se encuentran en el “limbo” porque todavía no son usuarios formales de la SAT.

“Las primeras manzanas perjudicadas son las que están más altas en el barrio. Entonces, por la pendiente, las manzanas A y B fueron las primeras con problemas y no tienen servicio desde hace un par de meses. Es como un efecto dominó, ahora nosotros (manzana H) estamos desde hace tres semanas sin agua”, comentó Komaid desde el patio de su casa.

Los vecinos ya no saben qué hacer para paliar este problema. En la cuadra de enfrente de Komaid, hace un mes que no pueden utilizar su propio lavarropas, a causa de la poca presión. “Desde el 20 de diciembre que estamos sin agua. Nuestro reloj es la mochila del baño, y desde la fecha que dije que no se recarga. Nosotros tenemos un arsenal de botellas en toda la casa para poder juntar agua”, expresó Luciana Rearte.

La situación es tan grave, que los vecinos de las manzanas más perjudicadas decidieron seguir alquilando antes que trasladarse de manera definitiva a sus propias casas en el loteo. “Hay gente que está haciendo eso, pero es un lujo que no todos nos podemos dar”, dijo Darío Amaya. Por otro lado, Raquel Sánchez comentó que logra hacer funcionar su lavarropas cargándolo con baldes y luego junta el agua que usó para limpiar los pisos. “Son 12 litros los que le tengo que cargar, y después reutilizo el agua. Parece un chiste, si no fuera la realidad de todos los días”, sentenció.

Los más perjudicados son las familias con hijos que se instalaron en el barrio, y que no cuentan con parientes para recolectar agua o bañarse. “Yo no tengo a quien acudir para cargar agua en botellas o para pedir prestado el baño para bañar a mis tres chicos, la situación es muy grave”, pronunció con desasosiego Patricio Vargas, de la manzana I.

A raíz de los reclamos, la empresa constructora del barrio -Tecno Construcciones- encargó un camión para que les provea agua para llenar los tanques, según dijeron los vecinos. Aclararon, sin embargo, que en un primer momento les prometieron que el camión pasaría tres veces por semana, pero que en realidad es una vez cada siete días.

“Es prácticamente lo mismo. No se puede lavar la ropa, no podes tirar la cadena del baño porque es agua del tanque. El tanque lleno logramos hacerlo durar tres o cuatro días. Esto es tan grave que muchos ya no habitamos las casas. Mi vecina hoy (por ayer) se fue a otra casa para poder bañarse y lavar la ropa. Hay días que me voy a casa de mi madre para poder bañarme y bañar a mi hija. No se puede cocinar, no se puede comer, no se puede limpiar no se puede hacer nada”, dijo indignada Komaid.

Reclamos

El barrio, según comentaron, fue entregado los últimos días de julio, una semana antes de las PASO del 28 agosto. “Hay gente que inmediatamente, al día siguiente de la entrega, se vino a vivir y al segundo día ya no tenía la presión suficiente. Desde entonces que hay con problemas”, comentó Vargas.

Los reclamos comenzaron formalmente en septiembre, en ese entonces por baja presión y por cortes que duraban un par horas. Acudieron al Ente Único de Control y Regulación de los Servicios Públicos Provinciales de Tucumán (Ersept). “Allí nos atendieron muy cordialmente y nos acercaron -por así decirlo- con la SAT”, rememoró Komaid. Luego, según dijeron, realizaron presentaciones a la Defensoría del Pueblo y al Instituto Provincial de Vivienda y Desarrollo Urbano (Ipvdu). El barrio fue gestionado por el Colegio de Psicólogos, en convenio con el Ipvdu.

“Al margen de que hay poca presión desde el primer momento, desde la SAT reconocieron que el pozo que se construyó esta mal hecho”, comentó un hombre que pidió que no se publicara su nombre. Los vecinos indicaron que, al no figurar como usuarios de la SAT, las denuncias presentadas a la administradora del servicio no son atendidas. Agregaron que tampoco tienen realizada la conexión cloacal y que la recolección de residuos también es defectuosa, porque la realiza un camión de Cebil Redondo que pasa sólo una vez a la semana.

“A esta altura todos los demás problemas que tenemos en el barrio ya pasaron a un tercer y a un cuarto lugar. Es decir, no me molesta tener que caminar más de diez cuadras hasta llegar a un colectivo: no tengo agua”, finalizó Komaid.

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