Desde la Cámara de Comercio de Banfield explicaron a Info Región que las ventas en los comercios aledaños disminuyó un 40 por ciento y realizarán, en las próximas semanas, otro estudio para actualizar los datos. Los vecinos se quejan porque el paisaje del barrio cambió y hay “más arrebatos”, al tiempo que se redujo el valor de las propiedades porque la zona ya no puede considerarse residencial. Los recursos de amparo no pudieron frenar la construcción y hoy los vecinos y comerciantes pagan las consecuencias.

A más de dos años de la inauguración del supermercado de la cadena COTO, ubicado en Hipólito Yrigoyen entre las calles Acevedo y Las Heras, Banfield, comerciantes denunciaron una reducción del 40 por ciento en la venta de los pequeños comercios aledaños, que fue acompañada por una disminución en la cantidad de gente que elige ese lugar para pasear. Gustavo Di leo, de Fuenteovejuna, explicó a Info Región que “un estudio realizado por la Cámara de Comercio de Banfield muestra que esta construcción afectó a la economía de la zona”.

El barrio ya no es el mismo, denuncian. Algo cambió… la cantidad de gente, el tránsito, el paisaje, la estructura natural del barrio y por sobre todas las cosas, la economía.

Desde Fuenteovejuna presentaron desde hace ya 11 años un recurso de amparo contra la construcción de este supermercado, fue justamente en el momento en que la firma compró el terreno. Sin embargo, la lucha de esta ONG y los vecinos fue insuficiente frente al poder empresarial y desde hace ya cuatro años que el COTO está instalado en el barrio.

El vocero Gustavo Di leo explicó a Info Región que, desde el punto de vista comercial, “hay un estudio realizado por la Cámara de Comercio de Banfield, en el que se muestra que esta construcción afectó la economía de la zona”. De todos modos, celebró que “pese a que la construcción se realizó”, lograron que el hipermercado “no repercuta tan fuerte como se estimaba”. “Lo que se hizo ahora, no es ni por asomo lo que se pensaba construir originalmente”, resaltó.

Sin embargo, desde el punto de vista comercial de la región, Cristian Ávila, Presidente de la Cámara de Comercio de esta localidad, explicó que la construcción del supermercado afectó claramente a los pequeños comerciantes. “Nos restó un 40 por ciento de público a los comercios de Banfield”, afirmó.

Verónica, la dueña de un pequeño kiosco ubicado en cercanías del COTO, comentó que ella se vio afectada por “las ventas de paso”, ya que la gente que circulaba por la zona no es la misma que la que pasa ahora o los que aún lo hacen tienen grandes dificultades para frenar su vehículo allí. Advirtió que el “gran problema es la entrada y salida de los camiones” al supermercado.

En ese sentido, Di Leo explicó: “Los camiones suelen parar completamente el tránsito de la avenida Hipólito Irigoyen”. “No es legal que (los camiones) estén aquí con todos los obstáculos que trae esto, porque cuando están los camiones para entrar en las horas pico de tránsito, se embotella bastante”, apuntó Elena Mangano, otra vocera de Fuenteovejuna.

Según la Cámara de Comercio, “los locales más afectados son los rubros de tecnología y alimentos”, y aclaró que “es muy difícil que los pequeños comercios puedan competir con supermercados como este porque incluso hay otros factores que también afectan a los locales; por ejemplo, desde la Municipalidad (de Lomas de Zamora) hay constantemente aumentos en los impuestos”.

Ávila explicó que esta situación “también modificó el paso de la gente del oeste al este”. “COTO ha hecho la diferencia entre los vecinos y no sólo a nivel comercial, ya la gente no viene a comprar al este, porque se transforma molesto pasar el cruce de la barrera, si tienen al supermercado más cerca”, aseguró el presidente de la Cámara de Comercio banfileña.

Por otro lado, Magnano mencionó otro de los grandes problemas que generó el COTO en el barrio: la inseguridad. “Los arrebatos han aumentaron en los alrededores”, denunció la mujer, al tiempo que destacó que la zona dejó de ser residencial por la gran cantidad de vehículos que circulan por esas calles a diario. En consecuencia, “el valor de las casas disminuye”.

A raíz de este tema, se realizó en el 2009 un estudio en el que se evaluó el impacto que tuvo esta construcción para con las ventas y el movimiento de gente en el centro comercial de Banfield. “Dio como resultado ese 40 por ciento menos de público. Por eso, ahora estamos realizando hace un mes, un nuevo censo para estudiar a todos los comerciantes de Banfield, no sólo en los del centro”, detalló el presidente de la Cámara de Comercio.

Por otro lado, Ávila señaló que desde el 2007 se presentaron muchos recursos de amparo contra esta construcción, pero no obtuvimos soluciones. “Nosotros como ONG también realizamos un recurso de amparo contra la construcción de este supermercado. Incluso se han presentado algunas notas más sobre el tema que se han anexado al expediente judicial y aunque todavía sigue tramitándose, no se ha interrumpido de ninguna forma, no hay soluciones”, agregó Fuenteovejuna.