Balantate y anda

Balantate y anda

El colombiano será otra vez titular gracias a la partida de Funes Mori. Luego de estar a la sombra de Ramiro, entre lesiones y bajones, desde mañana tendrá la chance de volver a ser el que deslumbró.

 

Ahora sí. Ya está, Funes Mori ya vive en Liverpool, ya se despidió de sus compañeros, ya lo lloraron los hinchas, lo lloró Gallardo, lo lloró la dirigencia. Ya está. Ya está muy lejos. Y de repente el tipo se vio solo, solo en un escenario de teatro, fondo negro, silencio y oscuridad. Y de repente un foco de luz se activó arriba suyo, y lo apuntó. Balanta está sobre las tablas y todas las miradas apuntan naturalmente a él.

Movete que entrás, chabón, es tu momento: el colombiano, gracias a unos inglesitos con mucho dinero que evidentemente miraron los últimos partidos de River, será el 6 titular del campeón de América. Y no tiene demasiado tiempo para procesarlo: de un momento a otro le cambiaron el color de la pechera y mañana mismo va a ser titular en una parada brava, en La Plata contra Estudiantes. No tuvo tiempo de procesarlo pero sí tuvo muchísimo tiempo preparándose para tener esta oportunidad, acaso más tiempo del que él hubiera pensado.

Balanta pasó de ser el jugador estrella del equipo, el central más caro del mundo, el ídolo de la gente, Neeeeegrooo, Neeeegrooooo olé olé olé olé, el defensor goleador y habilidoso y fuerte, al suplente eterno de Funes Mori, el que se lesionó una, dos y varias veces más, el que cuando entraba en el equipo desentonaba, el que se bajoneaba. Hay algo que nunca perdió: el cariño de la gente sigue intacto. En el medio, el tipo pasó de tener un protagónico con Ramón a ser un actor de reparto con Gallardo, jugó un Mundial, se desgarró cuando estaba para volver y se perdió de jugar la zona caliente del 2014, y se recuperó y volvió a caerse, primero anímicamente, con problemas con su representante, con un mercado que prácticamente lo empujaba a irse para liberar un cupo de extranjero, y luego físicamente.

Cuando parecía que al fin le ganaba el puesto a un Funes Mori que arrancó el 2015 bastante errático y pasado de revoluciones, cuando lo mandó al banco a Ramiro en la primera fase de la Libertadores, sufrió la microfractura en la tibia de la pierna derecha contra Aurich y otra vez a mirarlo de afuera. Estuvo dos meses parado, volvió con el equipo suplente por el torneo local y Copa Argentina, pero otra vez lejos del que alguna vez había sido.

Ahora, y a menos que Demichelis llegue en los próximos días, tendrá no sólo la posibilidad sino más bien la responsabilidad de ser el titular, de pulir su dúo con Maidana. Ya no tendrá a un jugador que le haga demasiada sombra, porque el juvenil Vega, hasta acá utilizado más como lateral que como central, recién está jugando sus primeros minutos en Primera.

Estará en él aprovechar el momento, demostrar que será el 6 de River por merecimiento y no por urgencia o necesidad. Y estará en Gallardo moldearlo a su medida: si de Ramiro Funes Mori hizo al defensor más caro de la historia de River, con Balanta podría hacer eso y más, porque las condiciones le sobran. Acaso será tarea del entrenador conseguir sacar en él lo que muchos en el mundillo futbolero podrían llamar “maldad”, otros viveza, en el buenazo de Eder. Algo que Funes Mori, evidentemente, logró incorporar. Si no, pregúntenle a Pablo Pérez.

Desde mañana, arranca una nueva vida para Alvarez Balanta. Mañana sale el sol. Ahora sí: este asunto está ahora y para siempre en tus manos, nene, decía el Indio Solari. Entonces, Balántate y anda.

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