Arsénico: un veneno lento acecha en el agua de miles de salteños

Arsénico: un veneno lento acecha en el agua de miles de salteños

En la Puna y el Chaco salteño los valores superan hasta 240 veces el límite seguro. Es una de las diez sustancias tóxicas y cancerígenas que más preocupan a la OMS.

Rivadavia Banda Sur tiene escuelas en las que las concentraciones de arsénico en los pozos de agua son hasta 74 veces mayores que el nivel seguro para el consumo humano.En Nueva Población, a 50 kilómetros de la localidad cabecera del municipio, el valor supera 160 veces el límite recomendado por la ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD (OMS).Más al sur, en la zona rural de Apolinario Saravia, las escuelas de Palo a Pique y El Manantial tenían concentraciones 40 veces mayores. Con sistemas de abatimiento (filtrado) que instaló la Secretaría de Recursos Hídricos de la Provincia se bajó un 80% el nivel de arsénico, pero el agua que beben niños y maestros sigue con márgenes excedidos.ADAPTADOSEn el otro extremo de la provincia, generaciones enteras de la Puna fueron asoladas por el arsénico desde tiempos inmemoriales.A lo largo de más de 7.000 años de exposición inevitable, los organismos de los descendientes atacameños adquirieron mayor resistencia al veneno, por selección natural, con un singular gen que les permite metabolizar el arsénico como a ninguna otra comunidad humana en el mundo.Ni siquiera ese fenómeno de la evolución, que tiene asombrada a la comunidad científica internacional, exime a los gobiernos de apurar las soluciones estructurales que exige el problema.San Antonio de los Cobres, la principal población del departamento Los Andes, tiene en sus fuentes superficiales contenidos de arsénico 240 veces mayores que el límite sugerido por la OMS. Sistemas de filtrado que instaló una empresa internacional en 2012 en esa localidad andina no dieron los resultados esperados.SOLUCIÓN A MEDIO CAMINOA fines de 2014, para ese pueblo que tiene más de 7.000 habitantes, la Secretaría de OBRAS PÚBLICAS de la Provincia licitó un acueducto. La tubería de 24 kilómetros, que llevará agua segura desde los pies del nevado de Acay, empezó a construirse en febrero de 2015 y las obras se pararon en el invierno, con un avance del 55%. La comunidad de San Antonio de los Cobres y su intendente, Leopoldo Salva, esperan que los trabajos contratados con la firma DESA, por $25 millones, vuelvan a su ritmo inicial.EN EL CHACO SALTEÑOA las escuelas 4.382 y 3.160, de la localidad cabecera de Rivadavia Banda Sur, concurren cerca de 1.000 alumnos. En los pozos de agua se midieron concentraciones de arsénico de 0,26 miligramos por litro (mg/l). Los módulos que instaló el organismo hídrico de la Provincia bajaron allí los valores a niveles aceptables.Con sistemas similares, el alivió también llegó a las escuelas rurales de El Cocal, El Breal, Santa Rosa, El Mirador, Siervo Cansado y Tres Horcones. En otras de esa zona del Chaco salteño cientos de chicos y sus maestros todavía no tienen suministros seguros.Investigadores de la Universidad Nacional de Salta (UNSa) detectaron en los pozos escolares de Aguas Muertas, Finca El Milagro, Pozo Largo y Pelicano Quemado valores de arsénico en el agua de 0,74 mg/l.TÓXICO Y CANCERÍGENOEl arsénico es una de las diez sustancias químicas que más preocupan por su acción tóxica y cancerígena a la OMS. El valor máximo recomendado por el organismo internacional desde 2003 es de 0,01 mg/l.Ese nuevo límite fue incorporado al Código Alimentario Argentino en 2007, pero las reglamentaciones provinciales mantienen el máximo permitido en 0,05 mg/l, como medida provisional supeditada a las conclusiones de un estudio epidemiológico del Hidroarsenicismo Crónico Regional Endémico (Hacre), pendiente desde 2012.Más allá de ese trabajo científico interjurisdiccional, que podría dilatarse por años, urgen soluciones eficientes para apartar a miles de niños, jóvenes, hombres y mujeres del llamado "veneno de reyes" o "rey de los venenos".En Rivadavia, especialistas del Instituto de Investigaciones para la Industria Química (Iniqui) y del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) detectaron el nivel extremo de arsénico en el agua en Nueva Población.En ese paraje, el único pozo tiene valores de 1,60 mg/l. Esto es 160 veces más que el límite marcado por la OMS y 32 veces por encima del valor máximo reglamentado para el servicio que presta la sociedad estatal Aguas del Norte en la provincia.EN LOS POZOS DE ANTADesde los comienzos de la formación de la Cordillera de los Andes, la actividad volcánica propagó volúmenes siderales de cenizas con alto contenido de arsénico. Arrastrados por los vientos, los materiales emitidos a la atmósfera alcanzaron las llanuras del este, se precipitaron sobre enormes extensiones de la región chaqueña y contaminaron las napas subterráneas.En pozos de agua relevados en Anta se midieron concentraciones arsenicales de hasta 0,45 mg/l.En ese departamento, desde 2013, se instalaron sistemas de abatimiento de arsénico en las escuelas de Palo a Pique, El Manantial (Apolinario Saravia) y Alto Alegre (El Quebrachal). En este último municipio, Recursos Hídricos también emplazó 72 módulos de filtrado hogareños en las comunidades de Alto Alegre, San Miguel y Sauce Bajada.Así lo informaron a El Tribuno el secretario de Recursos Hídricos de la Provincia, Alfredo Fuertes, el jefe del Programa de Monitoreo Hídrico de Contaminantes, Omar Zapata, y otros referentes de la Mesa Provincial de Arsénico que trata la problemática, desde 2012, con un abordaje multisectorial.

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