Su uso comenzó a hacerse masivo, en 1992, y hubo una época de expansión a finales de los 90. No tanto por el aumento de la cantidad de pasajeros sino principalmente como una respuesta para mitigar el desempleo.
Luego de esa época de auge la oferta en la ciudad cambió. Las agencias más pequeñas cerraron y la demanda fue abastecida por empresas que se fueron haciendo cada vez más grandes y complejas y los pasajeros se volvieron más exigentes con cuestiones como el estado general y la higiene de los móviles.
Paralelamente el servicio se fue profesionalizando y las agencias más importantes incorporaron sistema de seguimiento satelital y automóviles de alta gama para servicios exclusivos o viajes a otras ciudades.
Por otra parte, desde la popularización del servicio de remis, tanto agencieros como choferes y propietarios de vehículos debieron enfrentar dos males prácticamente endémicos en esta actividad. La inseguridad y la competencia desleal.
En cuanto a lo primero, basta observar las páginas policiales de LA OPINION para comprobar que vehículos y agencias son blanco frecuente de asaltos y robos y aunque desde las fuerzas de seguridad se ha trabajado mucho en ese sentido, han sido las agencias las que debieron tomar medidas especiales para evitar ser víctimas de este tipo de delitos.
Con respecto a la competencia desleal, desde siempre existieron autos particulares que transportan gente en forma irregular, conocidos como “remises truchos” que no sólo no tienen que afrontar las obligaciones de un servicio de remis legal sino que también ponen en riesgo la seguridad y la salud de los pasajeros. Por ejemplo, un auto particular debe realizar la verificación técnica vehicular una vez por año y en el caso de un remis legal la obligatoriedad es cada seis meses. Además quien está inscripto como remis debe contratar un seguro especial para el transporte de personas y además debe ser desinfectado una vez por mes. Ninguno de estos requisitos debe ser cumplimentado por autos particulares. Es decir que quien contrata a un auto particular para que brinde servicio de remis no cuenta con las condiciones de seguridad y salubridad que exige la ley. LA OPINION consultó a varios agencieros y la mayoría de ellos coincidió en que estos “remises truchos” existen, lo que indica que las autoridades deberían incrementar los controles, sobre todo pensando en la seguridad de los pasajeros.
Agencieros
Para conocer a fondo el funcionamiento del servicio de remises en Pergamino, LA OPINION consultó a los titulares de tres agencias. Carlos Ortiz, de las remiserías Centro y Nivel, Luis Serafini, de Remis San José y Ariel García, de Remis San Cayetano.
Carlos Ortiz manifestó que “en realidad podríamos decir que la actividad pasa por un buen momento, es importante destacar que tanto en enero como en febrero la cantidad de viajes ha disminuido pero lo vemos como algo normal, producto de las vacaciones y el receso escolar. Pero estimamos que en marzo volveremos a manejarnos con índices normales”.
Por otra parte, el titular de las agencias Centro y Nivel hizo referencia al sistema de posicionamiento y control satelital de los vehículos y remarcó que “al poco tiempo de implementar el sistema satelital nos dimos cuenta de lo precario que era trabajar con el sistema convencional. En nuestras agencias privilegiamos el servicio, no se trata sólo de llevar a un persona en un auto desde el punto A hasta el punto B, sino que además es importante el trato que se le da al cliente tanto por parte del chofer del auto como de la persona que atiende el teléfono en la agencia, además del estado del coche y la seguridad. El sistema satelital contribuyó a mejorar todo eso. En primer lugar permite al coordinador ubicar al móvil que se encuentra más cerca del domicilio de un eventual cliente que haga un pedido para de esta manera reducir el tiempo de espera” comentó Ortiz y agregó que “además hemos mejorado la seguridad porque en caso de asalto el sistema nos permite saber en todo momento dónde se encuentra el vehículo, el destino del viaje, etcétera. Por otra parte, el chofer dispone de un botón de pánico que puede presionar cuando sienta que su seguridad se vea amenazada”.
Con respecto a la competencia desleal, manifestó que, al menos en su caso, no lo afecta demasiado: “Hace muchos años que estamos en este rubro y el tema de los remises ‘truchos’ existió toda la vida” aseguró y añadió que “la verdad es que nosotros no damos abasto con la demanda que tenemos, contamos con 80 autos y apenas alcanzamos a cubrir los pedidos, así que considero que esta cuestión no nos afecta. Aunque sí afecta a la seguridad y confianza del pasajero” remarcó.
Consultado sobre qué es lo que busca el cliente de un servicio de remis, señaló que hay dos premisas básicas: confiabilidad y servicio “creo que lo que busca el pasajero es que si pide que a una determinada hora lo pasen a buscar para realizar un trámite el horario se cumpla, que el chofer maneje correctamente. Los padres que contratan un servicio de remis buscan alguien en quien puedan confiar, lo mismo en el caso de los que necesitan viajar. Todo eso se resume en que como empresa tenemos que brindar confianza y un buen servicio. El usuario se ha vuelto mucho más exigente en los últimos tiempos, lo que me parece muy bien, y cuando llama a una agencia y lo llevan en un auto sucio, destartalado, con un chofer que conduce en forma temeraria, toma nota para no volver a llamar a esa agencia” comentó Ortiz y agregó que “el remis es un servicio esencial”.
Por su parte Luis Serafini, titular de Remis San José, comentó que “afortunadamente tenemos dos cosas que son fundamentales para nuestra subsistencia como empresa, demanda estable y muchos clientes regulares. Como hace 20 años que estamos en el rubro, la gente ya nos conoce y contrata nuestros servicios”.
- Teniendo en cuenta su antigüedad en el rubro ¿en qué se diferencia el usuario de hace 20 años con el de la actualidad?
- Hace 20 años el cliente se subía a un auto y lo que buscaba era precio y rapidez en el servicio. El usuario actual es mucho más exigente y se fija en todo. Ha mejorado mucho el parque automotor afectado al servicio precisamente por eso, ya que el pasajero ahora valora que lo lleven en un buen auto, limpio y seguro. Además en nuestro caso fuimos los primeros en incorporar un sistema satelital que ayuda a mejorar el servicio y la seguridad porque registra velocidades máximas y maniobras bruscas, lo que hace que los choferes sean mucho más cuidadosos a la hora de conducir el vehículo. Tanto es así que luego de que implementáramos el sistema satelital otras agencias también lo hicieron y los accidentes se redujeron en forma significativa.
En estos 20 años hemos visto aparecer y desaparecer muchas agencias. Creo que hay una diferencia fundamental entre algunas agencias y otras. En algunos casos se vio al remis como la posibilidad de encontrar una salida laboral para gente que se había quedado sin trabajo o como algo temporal. Otros nos propusimos ser empresarios de servicios y ahí radica la diferencia. Nosotros buscamos ofrecer un buen servicio y mejorar la atención al pasajero. Nos propusimos desde siempre ser una empresa de remis y no una salida ante una situación de desocupación. Es decir, encaramos este rubro como una empresa seria.
- Los remises sin habilitación o “truchos” ¿perjudican el trabajo de ustedes?
- Siempre hubo remises “truchos”, en este caso más allá de si perjudica o no a nuestro trabajo es la gente la que tiene que tomar conciencia de que subirse a un auto no habilitado puede significar, por ejemplo, que el que maneja no tenga la habilitación correspondiente, o que no cuente con el seguro reglamentario, o que el auto no esté en condiciones aptas para la circulación. Nosotros contamos, por ejemplo, con un servicio diferencial con choferes especialmente capacitados por el Cesvi para viajes en ruta. Es decir, en muchos casos por ahorrar unos pocos pesos se está viajando inseguro.
- ¿Qué busca un pasajero de remis?
- Fundamentalmente confiabilidad, hay mucha gente que tiene que cumplir un horario y necesita un servicio responsable, es allí donde el remis cumple una función fundamental. Además en nuestra agencia trabajamos con muchas empresas de la ciudad y en ese caso lo que se busca es responsabilidad y transparencia, por lo que procuramos siempre estar a la vanguardia en ese sentido.
Por otra parte, consultado sobre la cuestión de las tarifas, Luis Serafini opinó que “hay que ser muy racionales con las tarifas, se debe buscar un equilibrio que permita por un lado que el pasajero pueda pagar el servicio y por el otro que el rubro sea rentable. No se puede aplicar aumentos en forma indiscriminada.
Por último, LA OPINION dialogó con Ariel García, de la agencia San Cayetano, ubicada en el barrio General San Martín, que coincidió con Carlos Ortiz y Luis Serafini en que la demanda es buena “la verdad es que no podemos quejarnos porque tenemos mucho trabajo” empezó diciendo García “tenemos una demanda estable y trabajamos mucho con gente del barrio que ya nos conoce y sabe que somos ‘de confianza’”.
Consultado sobre cuáles son los principales problemas que enfrenta la actividad del transporte de pasajeros mediante remises, comentó que “hace once años que inauguramos la agencia y la principal diferencia entre entonces y ahora es la inseguridad. Hemos sufrido asaltos y eso nos preocupa. De todas formas tomamos algunas medidas de seguridad, nos manejamos por handy y tratamos de estar permanentemente en contacto, pero creo que las autoridades deberían trabajar para mejorar ese aspecto”.
Además, el encargado de Remis San Cayetano señaló que “en el caso de la tarifa, la verdad es que sólo la aumentamos cuando no nos queda otra y por lo general nuestros clientes, salvo excepciones, no se quejan porque saben que subimos el precio porque es necesario” aseguró.
Con respecto a los remises ilegales, García comentó que “no me consta que existan en este barrio, aunque los remises ilegales son muy difíciles de detectar”.
Por otra parte, consultado sobre por qué la gente utilizaba el servicio de remis opinó que “por varias cuestiones, nosotros ofrecemos puntualidad y responsabilidad, nuestros clientes ya nos conocen, de hecho el 90 por ciento de los viajes que hacemos son con pasajeros frecuentes. Además, hay que tener en cuenta que si los que viajan son dos o tres pagan prácticamente lo mismo que para viajar en colectivo y lo hacen en forma más cómoda, rápida y segura, ya que muchas veces el colectivo no les sirve por horarios o porque las paradas quedan lejos del lugar de partida o de destino” finalizó García.
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