El Concejo aprobó anoche el aumento del precio del boleto urbano, que pasará del valor de 1,50 que tiene hasta ahora, a 1,75 peso. Sin embargo, el debate en el recinto fue muy rico y quedaron expuestas algunas coincidencias inesperadas entre el oficialismo y la oposición. Por ejemplo, el reconocimiento unánime de que en las condiciones actuales el servicio no es viable y que debe ser "reinventado" para que cumpla con el objetivo social para el que fue creado. El frentista Atilio Pignoni fue más lejos y planteó la necesidad de que el servicio sea apartado de la esfera de la Secretaría de Servicios Públicos de la Municipalidad, que titula la profesora Marta Engler.

Héctor Sierra, que defendió el proyecto oficial, hizo una descripción de la problemática del transporte urbano desde sus aspectos económicos. Así, citó el caso de Rosario, que tiene un déficit de 2.400.000 pesos mensuales y que pierde aproximadamente 50 centavos por boleto, según recordó, pese a que recibe 2,5 millones de pesos adicionales en subsidios del gobierno nacional.

El concejal oficialista reconoció que "la ciudad es cada vez más grande, la demanda de transporte público es importante y cubre a los sectores menos protegidos de la ciudad, por lo tanto desde ese punto de vista es necesario un esfuerzo de imaginación para ver cómo mejoramos un servicio que no es de los mejores".

Sierra también recordó que se hicieron presentaciones ante el PROMUDI para comprar 4 minibuses nuevos. "No tuvimos objeciones técnicas a la presentación, pero tampoco tuvimos ningún tipo de respuesta", señaló. Y advirtió que "si alguien cree que comprando nuevas unidades vamos a resolver el problema, tiene una visión simplificada de la cuestión".

Fue el frentista Atilio Pignoni el que hizo los planteos más interesantes en su discurso. Allí, por ejemplo, manifestó que "con este aumento de boleto estamos resolviendo medianamente un déficit que en esencia de la cuestión no resuelve absolutamente nada, salvo una ecuación financiera. En enero de 2008 se cortaron 106.700 boletos y en enero de 2010 se cortaron 86.900. En marzo de 2008 se vendieron 128.300 boletos y en marzo de 2010, 103.100. El servicio no satisface las necesidades de la comunidad, entonces el problema no es el precio del boleto, sino el servicio de transporte en la ciudad", destacó.

Pignoni se preguntó "cuál es la Rafaela que queremos". En ese sentido, planteó la opción entre un transporte público que sea la herramienta para movilizarse en el ejido urbano, o si por el contrario se aspira a una ciudad superpoblada de autos y motos.

El edil opositor también citó cifras de accidentología y planteó la seguridad que ofrece el transporte público en ese sentido. "Me alegro que Sierra nos esté diciendo que tendremos que sentarnos a discutir sobre el nuevo servicio. Aportes y llamados de atención hemos hecho siempre desde la oposición. Pedimos que se evalúe la compra de dos unidades cancelando el alquiler de coches, que fue un negocio que no era positivo. Pedimos que se haga una campaña de promoción de uso del servicio y la secretaria del área, con una sinceridad chocante, nos ha dicho que con el servicio como se está prestando, mejor no hacer publicidad porque no se puede atender la demanda. También planteamos que se reconfiguren los recorridos, que son ineficientes para el usuario", recordó.

¿Una nueva empresa municipal?

A simple vista uno advierte que ese servicio no puede continuar a cargo de una secretaría que tiene un área ingobernable por la cantidad de cosas de las que debe ocuparse. En otro tiempo existía una Empresa Municipal de Transporte, con un grupo de gente que se ocupaba específicamente del tema. Eran otros tiempos, pero lo que quiero significar es que la empresa necesita otra organización y creo que comenzar con esa reorganización sería prioritario.

Por su parte, Lolo Bauducco volvió a plantear su idea de que se replanteen los recorridos. "Tenemos que contar con más unidades para producir un 'shock' de calidad en el servicio". Para Lolo, la idea es configurar a la ciudad "como un trébol de cuatro hojas" y que haya una línea de colectivos por cada una de esas "hojas", con varias unidades y frecuencias cortas, que unan las "hojas" con el centro de la ciudad. Bauducco también pidió que se analice urgentemente la modificación de los recorridos. "Quizás sería importante que haya un directorio que recoja las ideas para mejorar el servicio", propuso, en consonancia con la idea de Pignoni de "recrear" la antigua Empresa Municipal de Transporte.

En la misma dirección, Castellano expresó su coincidencia con la oposición. "Compartimos el modelo de ciudad que defiende la intervención pública en el transporte, en el uso de los espacios comunes y en tantas otras cosas". El edil oficialista consideró como "un eslabón clave de la inclusión social" al transporte público y admitió que el aumento de boleto "es un parche o como lo querramos llamar".

Castellano también reclamó que "todos nos pongamos la camiseta de la empresa pública" y pidió a los concejales opositores que ayuden a gestionar los fondos del PROMUDI (dependen del gobierno provincial) para la compra de las nuevas unidades.