El defensor del pueblo pidió a Indalo “calidad y eficiencia”.
El planteo fue presentado el pasado 28 de mayo, pero se difundió recién ayer, el mismo día que el intendente, Horacio Quiroga, cuestionó el trabajo del defensor Ricardo Riva por las objeciones que este viene formulando a la gestión municipal.
En la denuncia judicial, Rivas exigió que se adopten “las acciones necesarias frente a la empresa concesionaria y/o arbitrando un medio igual o alternativo para superar las contingencias que afectan al transporte público, cumpliendo la Municipalidad así con sus atribuciones como autoridad de aplicación”.
El organismo explicó que la presentación se realizó en el marco de la “legitimación y facultades del defensor del pueblo para actuar en representación de derechos de incidencia colectiva y tutela de los derechos de los usuarios y consumidores”.
La demanda dice que se observaron incumplimientos, tales como falta de accesibilidad en los colectivos y la falta de implementación de nuevos recorridos contemplados en el contrato de concesión.
También consigna las quejas e quienes utilizan el servicio “por excesivas demoras, falta de calefacción en invierno dentro de las unidades” y “pasajeros que son dejados sin posibilidad de opción en algún sector del recorrido”.
Como ejemplo refiere el caso de la línea 2 en Colonia Nueva Esperanza y líneas 3, 10B, 11B, 12, 13 y 17, entre otras.
En declaraciones periodísticas, Quiroga dijo que el defensor del pueblo “nos está incrementando el trabajo de papeles y, muchas veces, sin encontrarles ningún sentido a las acciones que lleva adelante”.
El martes, Indalo presentó al Municipio una propuesta para mejorar el servicio con recorridos más cortos y tiempos de espera más breves, así como la incorporación del sistema de “rondines” para optimizar la conectividad con las líneas troncales.
Paralelamente, el Municipio también se encuentra trabajando con los concejales en el diseño de nuevos recorridos tendientes a mejorar el transporte público.
Este es un tema clave, ya que sirve para optimizar la llegada de miles de personas a diferentes puntos de la ciudad.
El correcto funcionamiento también permitiría descomprimir las calles de la ciudad, tras años de una suba constante en el número de vehículos que forman parte del parque automotor. Solo resta circular por las calles de la capital para obsevar cómo se torna caótico el tránsito en los hoarios de mayor actividad comercial.
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