Alvarado derrotó 1-0 a Gimnasia (CdU)

Alvarado derrotó 1-0 a Gimnasia (CdU)
El resultado deja al equipo marplatense con chances de clasificar a los play-offs. Además de ganarle el próximo domingo a Racing de Olavarría, necesita que Central Córdoba de Santiago del Estero derrote a Libertad en Sunchales.
Alvarado no se rinde. Golpeado de mil maneras, forzado a jugar sin público para no perder tanto dinero con costosos operativos policiales, después de casi veinte días de paro de sus futbolistas por falta de pago, ayer jugó un partido aceptable y se impuso 1-0 a Gimnasia y Esgrima de Concepción del Uruguay por la novena fecha de la Reválida (Zona B) para mantenerse con vida en el Torneo Argentino A de fútbol. El único gol lo señaló el delantero marplatense Emanuel Pennisi.

Aunque con el poco peso ofensivo que lo ha marcado a lo largo de toda la campaña, fue una buena presentación del equipo dirigido por Carlos Miori. Agresivo hasta ponerse en ventaja, controló bien la pelota en el primer tiempo y se defendió con mucha solidez en el complemento. A punto tal de no sufrir casi situaciones de peligro delante de su arco.

Alvarado buscó de movida el arco de Orcellet. Presionó fuerte en el sector central, recuperó la pelota con rapidez y procuró, con Molina o Tello, encontrar la cabeza de Pennisi o Sosa. Ya a los 2? Sosa estrelló un cabezazo en el ángulo, aunque la jugada esta invalidada por una dudosa posición adelantada.

En su segunda llegada a fondo, Alvarado abrió el marcador. Tello trepó por su andarivel, enganchó hacia adentro y sorprendió con un centro de zurda al punto penal. Ahí Pennisi se deshizo de su marca con un rápido anticipo y remató con pierna derecha de primera, de media vuelta, cruzado y abajo para poner el balón muy lejos de la estirada de Orcellet.

A continuación, el equipo marplatense, aunque con muy poca profundidad, jugó control de pelota con una fluidez inusitada. Tanto que los pocos presentes se pellizcaban para comprobar si era real la sucesión de pases que estaban viendo.

Pero al control de pelota le faltó el pase profundo que rompa líneas. Sólo Tántera, a los 31? y de ?rabona?, filtró un balón entre la defensa entrerriana para el pique de Sosa que definió apurado y mal al primer palo.Y a los 38? una escalada de Molina terminó con un centro al primer palo que anticipó Pennisi con un remate corto de zurda que atajó Orcellet.

Gimnasia fue una tibia oposición en el primer tiempo. En muchos pasajes, un testigo privilegiado del control de pelota local. Sin embargo, viendo que el segundo golpe no llegaba, comenzó a crecer y tuvo un par de chances antes de irse al descanso en los pies de Umpiérrez.

En la primera, el experimentado delantero remató alto de buena posición tras una buena jugada de Robles. En la segunda, la cara de Mathier fue la que se interpuso a un disparo que tenía destino de arco.

Alvarado, que aprendió de recientes lecciones, no se replegó en la segunda parte. Al menos, de movida. Pero ya no controló la pelota como en la mitad inicial. Su única llegada fue producto de un error defensivo entrerriano. A los 5' Molina cortó un mal pase, enfiló hacia el arco y remató desviado de zurda.

Gimnasia, que estaba obligado a ganar, recién en la última mitad del segundo tiempo insinuó un predominio. Tuvo una chance muy clara en una jugada más bien fortuita. Luego de la apuntada llegada a fondo de Molina, Orcellet sacó largo y encontró la defensa abierta y el pique solitario de Umpiérrez. El experimentado delantero enfrentó a Suárez y le pateó cruzado y abajo. Y el ?1? respondió con una atajada formidable, con sus reflejos de siempre.

En líneas generales, a los visitantes no se les cayó una idea. Ni siquiera cuando Alvarado, inconscientemente, se refugió más cerca de Aldo Suárez en el cuarto de hora final. Inquietó con un remate alto de media distancia de Torres. Apenas eso. Por lo demás, jamás puso en riesgo al equipo de Miori.

Con espacios a favor, en tiempo adicionado, el equipo marplatense estuvo ahí nomás de hacer el segundo. Pero el gol no fue una materia en la que el conjunto de Miori luciera en este torneo. Lederhos, que manejó muy mal dos réplicas muy nítidas con superioridad numérica, y Sarraute despilfarraron tres chances clarísimas y alargaron la agonía. Pero esta vez no hubo sucesos extraños y Alvarado cantó victoria.

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