Esta vez, un vecino del Saint Germain nos hizo llegar una imagen donde nos muestra el estado en que queda el filtro de un purificador tras el paso del agua de red, la misma que consumimos todos los días. Pero el tema es que el precio de un purificador en el mercado no baja de los dos mil quinientos pesos que hoy con el ajuste y la devaluación es casi imposible tenerlo por lo que casi la mayoría de las familias consumen agua de red, supuestamente potable y apta para el consumo. Y si a todo esto le agregamos lo que tenemos que pagar mensualmente, realmente aumenta la indignación que sentimos.

Ojalá, esto llegue a quienes están encargados de controlar, tomen cartas en esta grave situación que afecta a la salud de nuestra gente y sancionen de manera ejemplar, si es que corresponde a la concesionaria del servicio que lo único que le importa es cobrar casi sin invertir para mejorar un servicio tan importante para la vida humana, que en nuestra provincia carece de la calidad necesaria.