En Mendoza hay alerta y preocupación por los jóvenes que se intoxican con la preparación que combina bebidas alcohólicas con psicofármacos y con nafta, denominada como “jarra loca”. En las guardias de los hospitales reciben a jóvenes de entre 13 y 25 años afectados con el abuso de estas sustancias que ponen en riesgo la vida, confirmó Sergio Saracco, jefe de Epidemiología de la provincia.

La situación que causa alarma de este cóctel que cobró popularidad en la juventud en las noches de diversión, tanto en las previas como en locales bailables, salió a luz a raíz del caso público de los tres adolescentes que fueron internados por intoxicación grave en Rosario luego de beber una “jarra loca” que prepararon a base de alcohol y líquido para frenos.

“La ‘jarra loca’ tiene una lógica de potenciar efectos y riesgos porque es un fuerte depresor del sistema nervioso central. El individuo queda desinhibido, con lo cual aumentan los riesgos de lesiones, porque afecta el mecanismo de reflexión. Luego produce un estado de somnolencia o coma que asociado al vómito puede producir la muerte por broncoaspiración”, explicó el funcionario del Ministerio de Salud.

El peligro es la conducta de consumo de esta combinación de bebidas y tiene que ver con un deseo experimental y de peligro que buscan los jóvenes. Otro problema que suma es que en la actualidad hay mayor facilidad desde cualquier nivel social de acceder a sustancias desconocidas.

“Llegan a las guardias y a través del Servicio de Emergencias Coordinado atendemos a muchos chicos a partir de los 13 años, aunque el mayor impacto es entre los 14 y 25, por intoxicaciones por mezclas con alcohol con psicofármacos o por combinación de cerveza con nafta”, sostuvo Saracco.

Al asociar estas sustancias activas con otras que son altamente tóxicas ponen en riesgo la vida, y en el caso del líquido de freno, es un alcohol pesado, muy tóxico para el hígado. Puede generar insuficiencia renal y trastornos metabólicos severos. La nafta también es muy tóxica a nivel cardíaco, complica el sistema nervioso central y aumenta el riesgo de neumonitis química. “Estas jarras de la locura rozan con una situación de autoeliminación”, alertó el médico.

Para el especialista en Toxicología, se trata de conductas autodestructivas, y se mostró preocupado: “Hay que conocer qué falta de horizontes tienen para llegar a estas situaciones límites”.

Hace tres años que llegó de Europea y que en Argentina está presente la moda de la combinación de bebidas alcohólicas con distintas sustancias psicoactivas, como psicofármacos o nafta, que se utilizan para potenciar el efecto del alcohol o drogas como éxtasis, que generan fenómenos alucinógenos.

“El peligro es que lo que buscan es tener efectos más marcados y profundos de lo que se logra con el alcohol, para abstraerse más de la realidad y tener un grado más de confusión mental”, remarcó Saracco.