La fachada es más bien moderna, por lo que nadie que la contemple desde afuera sospechará de la historia del lugar. Pero basta meter un pie en el local para sentirse en un recinto emblemático, con mucha mística y magia. Es, en cierto modo, ingresar al túnel del tiempo. Si bien se adecuó a los tiempos actuales, no pierde su esencia la agencia número 10, ubicada en Alvear 180, una de las más antiguas de la provincia.

“La más vieja en actividad, te lo afirmo. Abrió en el ‘59”, asegura con convicción su dueño actual Néstor Dietrich, mientras saca del “cajón de los recuerdos” el histórico y simpático fichero de los clientes con el prolijo detalle de lo que dejó jugado cada uno, y lo muestra a LM Neuquén. Sí, a la vieja usanza.

En una de las paredes, allá a lo alto, se observa la foto de Adalino Bacchi, el fundador. “Era el suegro de mi suegro y al principio, antes de abrir la agencia, traía la lotería desde Buenos Aires y la revendía en la peluquería del cuñado”, se remite a los inicios quien se desempeña hace 25 años en la agencia y posee su propiedad desde hace cinco. “Uno le va tomando cariño al lugar. Acá se vendieron muchos premios grandes. Varios de los clientes han muerto y otros se mantienen muy leales. Y hay gente nueva”, agrega el comerciante y bromea por la cantidad de fotos que se le toman.

Sobran las anécdotas. “Recuerdo que para un sorteo de Reyes un joven vino a buscar el billete que terminaba en 87 y se llevó el 11. Después vino y dijo también llevo el 87 por si sale. ¡Y la pegó! Cobró un paquete. Otra vuelta un muchacho me dijo ‘juego porque tengo que levantar un muerto’ mañana. Y acertó y zafó del problema”, cuenta entre risas don Néstor, de 67 años.

Ubicada en una de las zonas más transitadas de Neuquén, la agencia 10 está en el “centro” de la historia timbera.