Los diputados lograron ayer un amplio consenso para sancionar una ley de alerta hídrico-ambiental, que profundizará el control de las industrias potencialmente contaminantes de los ríos. El texto acordado prevé monitoreos públicos del agua y sanciones de hasta 1,6 millones de pesos para quien arroje líquidos sin tratar.

La propuesta tuvo despacho ayer en la Comisión de Ambiente, que preside Claudio Domínguez (MPN). Aunque quedan varios pasos para convertirla en ley, logró el aval de un amplio arco político.

Domínguez destacó que será “una ley netamente operativa que complemente a las existentes”. Indicó que, tras meses de debate, el proyecto “pasó de 4 artículos a 55, así que es más que una declaración de emergencia”.

La futura ley prevé crear un fondo específico y un comité de alerta para preservar todos los ríos y lagos neuquinos. También hace responsable a los municipios de “prevenir, vigilar, corregir y evitar la contaminación de las aguas” dentro de sus ejidos. En las zonas rurales, el control dependerá de la Provincia.

Todos deberán prestar atención a 61 rubros potencialmente contaminantes (ver aparte) y elevar informes trimestrales a Recursos Hídricos que tendrán amplia difusión.

Si alguien genera residuos por encima de los niveles permitidos, lo obligarán a demostrar qué método usa para no contaminar. Y quedará prohibido arrojar cualquier objeto sólido, semisólido, aceite sintético o mineral o cualquier otro líquido industrial al sistema cloacal. Además, los municipios deberán hacer obras para evitar que el agua de lluvia ingrese a las redes domiciliarias.

 

EN TRES PASOS

Duro diagnóstico y movilizaciones

1- En diciembre del año pasado, el Municipio y la AIC confirmaron que el balneario Albino Cotro tenía niveles de contaminación fecal por encima de lo permitido.

2- Un guardavidas de Plottier conmovió a todos con una carta llamando a defender el río. Hubo marchas masivas.

3- En marzo, el diputado Santiago Nogueira (Libres del Sur) presentó un proyecto de emergencia para los ríos que logró trato preferencial y se consiguió la redacción de la ley que ahora será tratada.

 

Desde panaderías a baños químicos, todos en la mira

NEUQUÉN

El anexo del proyecto de ley de alerta hídrica enumera 61 rubros productivos que generan residuos contaminantes de los cursos de agua. Sobre ese tipo de actividades, se enfocarán los controles y las inspecciones.

La lista es extensa y comprende a empresas de comidas, como rotiserías, carnicerías, pescaderías, panaderías, hipermercados y elaboradores de cervezas y vinos.

Además, figuran los fabricantes de distintos productos, incluidos jabones, hielos, tejidos y vidrios; así como también clínicas, laboratorios y farmacias.

Por otro lado, estarán bajo la lupa las casas de fotografía, transportistas, talleres mecánicos, lubricentros, mataderos, lavaderos y hasta los baños químicos.

En todos los casos, no podrán arrojar sus desechos directamente a las cloacas y las empresas existentes tendrán un año de plazo para adecuarse a las nuevas restricciones.

“Para que esto se cumpla, los vecinos vamos a tener que estar encima de los funcionarios como una mosca molesta porque, aun con la ley, falta mucho para que el río vuelva a estar como debería estar”, señaló Carlos Pomponio, de la asamblea Cuidemos los Ríos.

El dirigente ambientalista indicó además: “Estamos contentos porque es un gran paso y, si bien no es la emergencia como la estábamos planteando, lo consideramos un comienzo”.