Acorralado, se entregó “el Chancho” Sosa

Acorralado, se entregó “el Chancho” Sosa
El Juzgado Federal N° 1 ordenó su captura el martes y ayer se presentó espontáneamente. Imputarona su abogado y a un médico.

Durante una década, René Alejandro “Chancho” Sosa, considerado un jefe narco, pudo escapar o, si se quiere, “burlar” a la Justicia. Siempre, el corpulento morocho de barrio Maldonado encontró un resquicio para mantener su libertad.

Ayudado por la inoperancia policial y la benevolencia judicial, “el Chancho” entró y salió una y otra vez de la cárcel. En las buenas y en las malas lo acompañó su abogado Miguel Juárez Villanueva. Apelaciones acá y allá, recursos, casaciones, todo fue bien hasta que la suerte se le dio vuelta esta semana, con dos resoluciones judiciales que le pueden deparar varios años de su vida en la cárcel de Bouwer.

El martes 17 diciembre de 2013, día en que el papa Francisco festejó su cumpleaños 77, será imborrable para “el Chancho” Sosa, porque la Cámara Federal de Casación Penal anuló la absolución que dictara el Tribunal Oral Federal N° 1 el 3 de agosto de 2012. Con diferencia de horas, la Cámara Federal de Apelaciones de Córdoba, que había revocado la excarcelación de Sosa, dio curso al pedido de casación presentado por la defensa, pero modificó su criterio de que los imputados permanezcan en libertad hasta que se resuelvan las casaciones, y se determinó su prisión.

“El Chancho” perdió por partida doble y, acorralado por las circunstancias, decidió presentarse ayer, poco antes de las 13. Mientras la Policía lo buscaba para efectivizar la orden de captura dispuesta por el juez federal Ricardo Bustos Fierro, Sosa evadió el cerco para poder asistir al acto de fin de clases en la escuela de su hijo.

El dictamen de la Cámara Federal de Casación Penal, publicado en nuestra edición de ayer, anuló la sentencia de absolución en la causa iniciada por el secuestro de droga en una casa de Villa Carlos Paz y ahora deberá enfrentar un nuevo juicio que se ventilará en el Tribunal Oral Federal N° 2.

Respecto a lo resuelto por la Cámara Federal de Apelaciones de Córdoba, presidida por Luis Roberto Rueda e integrada por Abel Sánchez Torres y José Vicente Muscará, que determinó la captura de Sosa, se vincula con una resolución del 19 de noviembre revocando la excarcelación del “Chancho” dispuesta por el Juzgado Federal N° 1. El 5 de diciembre, Juárez Villanueva interpuso un recurso de casación y su cliente continuó en libertad. “No va preso porque el criterio de la Cámara Federal es que los imputados mantengan la libertad hasta que se expida la Cámara Nacional de Casación”, dijo el defensor en esa oportunidad.

Lo que no esperaba el abogado es que la Cámara modificaría su criterio y, en menos de 24 horas, “el Chancho” quedó preso. En su resolución, los jueces explican que Sosa debe ser arrestado porque “carecería de sentido si la detención no fuese ejecutada de inmediato, pues ese peligro de fuga o de entorpecimiento de la investigación finalmente se vería corroborado poniendo en riesgo el curso del proceso”.

La razón por la que Sosa había sido detenido meses atrás es porque en el juicio por el tráfico de cocaína en matafuegos, por el que hubo varias condenas, se lo sindicaba como el comprador de la droga que realizó las transacciones por teléfono, pero envió a un “empleado” a retirarla. Al concluir ese juicio, y sobre la base de los testimonios de un gendarme y un policía, el fiscal Maximiliano Hairabedian pidió que se hiciera un estudio de voz para establecer si Sosa había participado. Ese pedido de investigación recayó en el fiscal Enrique Senestrari, que dispuso la detención de Sosa.

Otros imputados

Senestrari no se quedó sólo con la captura y posterior excarcelación del “Chancho”, a la espera de qué resolvería la Cámara. En ese ínterin realizó nuevas imputaciones contra el supuesto jerarca del narcotráfico y ayer reveló que cuando estaba preso le secuestraron un celular que había utilizado para pedir un préstamo de 100 mil pesos para pagar honorarios a su abogado. Una vez excarcelado, Sosa tenía la obligación de presentarse cada 30 días ante el juzgado federal. Senestrari estableció que el imputado no había cumplido con ese requisito y su defensor habría presentado un certificado médico falso para justificar esa ausencia.

Ayer fue un día negro, no sólo para “el Chancho” Sosa sino para el abogado Juárez Villanueva y el médico que certificó el “malestar” que le impedía al imputado presentarse: Senestrari los imputó por “emisión de certificado médico falso”.

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