Los zigzagueos de Lousteau

Los zigzagueos de Lousteau

Los zigzagueos de Lousteau

Por Martín González   @gonzalezmarjavi

 

Zigzag: Línea que en su desarrollo forma ángulos alternativos, entrantes y salientes.

 

El significado de la Real Academia Española marca una alternatividad en base a una trayectoria con entradas y salidas.

 

El desarrollo político de Martín Lousteau conoce de una búsqueda de conformarse como una alternatividad en la Ciudad de Buenos Aires. Y, también, de entradas y salidas, que quizás provocaron en el electorado porteño una confusión acerca de cuál es su posicionamiento.

 

En esta nota, un análisis de la campaña y el resultado electoral de Martín Lousteau, con eje en algunas de sus entradas y salidas.

 

Sin ir más lejos todavía, la campaña electoral de Martín Lousteau en 2017 marcó dos etapas bien diferentes. La primera, hasta las PASO del 13 de agosto, en la que se mostró en continuidad con el tono de su partida de la embajada argentina en EEUU, de la que renunció a principios de abril de este año, justo en el mes que el presidente Mauricio Macri tenia acordado un encuentro con el presidente de EEUU, Donald Trump, en Washington. Un Lousteau que salía del gobierno pero que al mismo tiempo quería entrar a una interna de Cambiemos en la Ciudad de Buenos Aires, para competir con Elisa Carrió.

 

Ya negada la posibilidad de competir por dentro en la Ciudad, Lousteau volvía al modo de campaña de 2015, cuando desde ECO y con un discurso que marcaba muchas críticas a la gestión de Mauricio Macri en la Ciudad de Buenos Aires, casi lograba alcanzar el sillón de la Jefatura de Gobierno.

 

Acompañamiento con algunas críticas a Mauricio Macri, apoyo a María Eugenia Vidal y cuestionamientos a Horacio Rodríguez Larreta, la fórmula con la que llegó a las PASO, donde quedó tercero, con el 13,19 por ciento de los votos.

Ya lo anticipaba el consultor Roberto Bacman en julio: “Para que Lousteau pueda competir un poco más, tiene que lograr una mayor penetración en el segmento opositor, en los que están más en desacuerdo con lo que ocurre a nivel nacional o con lo que ocurre en la Ciudad. Y esta es su dificultad, no es el mismo Lousteau que dos años atrás, que de alguna u otra manera representaba tanto a la oposición de lo que era el kirchnerismo a nivel nacional, como al PRO en la Ciudad de Buenos Aires, que hacía ocho años que venía gobernando el distrito”.

 

Y es que entre esa elección de 2015 y la campaña de 2017, Lousteau le había aceptado a Mauricio Macri la oferta de ser embajador argentino en EEUU, cuando durante todas las campañas electorales de 2015 –en la Ciudad se votaron seis veces ese año- siempre había enfatizado en marcar más las diferencias con el PRO, antes que las coincidencias. De hecho, en las PASO de Cambiemos apoyó a Ernesto Sanz (UCR) y una vez que Mauricio Macri ganó la interna, optó por Margarita Stolbizer (Progresistas) como su opción en octubre.

 

Estas salidas del espacio PRO, contrastaron con sus entradas, tanto en su apoyo a último momento a Mauricio Macri en el ballotage con Daniel Scioli, como la ya mencionado aceptación para la embajada en Washington.

Tras las PASO y con el relanzamiento de Evolución en el Teatro Beckett de Almagro, pudo verse un cambio de estrategia respecto a lo realizado previamente. Ya Lousteau no enfatizaría en diferenciarse de Horacio Rodríguez Larreta, sino que con un tono más calmo y un nuevo slogan (“Tranquilidad para construir el futuro”), proponía: “Compartimos con el PRO la importancia de dejar atrás el pasado. Compartimos eso con una enorme mayoría de los argentinos. Tenemos con el PRO acuerdos en el presente y diferencias en el presente. Y es a partir de esos acuerdos y esas diferencias que queremos discutir el futuro. Eso es lo que queremos hacer. No muestran actitud de discutir el futuro los que no reconocen absolutamente nada del pasado. Ni la corrupción, ni el autoritarismo, ni la violencia, ni el abuso. No creemos que esa sea la actitud de discutir el futuro. Tampoco creemos que puedan representar la igualdad aquellos que ocultaban los datos de la pobreza. Y no creemos que puedan hablar de modernidad aquellos que nos aislaron absolutamente del mundo”.

 

No era necesario ni siquiera nombrarlo, con “el pasado” Lousteau estaba hablando del kirchnerismo. Diferenciarse claramente de ese espacio pasó a ser un eje principal de su campaña. Un espacio del que también tuvo su entrada, como el primer ministro de Economía de Cristina Fernández de Kirchner y del que también tuvo su salida.

 

Los resultados de estas elecciones muestran que finalmente Evolución pudo “sobrevivir” al huracán Carrió: Mantuvo un 12,33 por ciento de los votos, algo más de 236 mil votos, a quiénes agradeció el domingo por la noche, resaltando la fidelidad electoral de un sector de la Ciudad que lo apoyó por tercera vez consecutiva desde 2013: “En todas las elecciones ha habido un cuarto de millón de porteños que nos ha acompañado siempre”, apuntó.  

 

Con un pequeño corte de boleta a favor de la lista que encabezó Débora Pérez Volpin como legisladora, que sumó seis mil votos más, finalmente Evolución obtuvo cuatro diputados porteños y dos bancas para la Cámara de Diputados de la Nación, la de la radical Carla Carrizo –que renueva- y la del propio Martín Lousteau, quien había entrado en 2013 por UNEN y hubiese vencido a fin de este año su período, pero de la que salió antes de su finalización para ser embajador en EEUU.

 

¿Qué futuro político le aguarda en adelante? En principio, si bien los resultados de este año no fueron los esperados, logró sobrevivir a la elección y el cierre de su discurso del domingo puede interpretarse como una buena síntesis hacia adelante: “Vamos a estar juntos para recorrer ese camino”, aseguró, casi un juego de palabras con el nombre de la lista oficialista, Vamos Juntos.

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