La prueba extrema fue realizada sobre un Volvo FMX convencional equipado con la caja de cambios I-shift con marchas súper reducidas: se dejaron caer dos toneladas de acero 26 veces desde distintas alturas y posiciones para probar la calidad de montaje del motor y caja de cambios.

En esta prueba, se logró una fuerza de gravedad equivalente a 214 toneladas en reposo. En un principio, el peso se dejó caer en el medio de la superestructura y luego, justo encima de los soportes traseros de motor.