Villa Lugano: después del desalojo, 60 personas acampan en la calle

Villa Lugano: después del desalojo, 60 personas acampan en la calle

Un grupo que había usurpado el barrio Papa Francisco se niega a ser trasladado a los refugios y se instaló sobre el bulevar de Férnandez de la Cruz; la Ciudad cree que la Justicia deberá resolverlo

Tras el desalojo de las 700 familias que usurpaban el predio de Villa Lugano, unas 60 personas resisten en el barrio y acampan en la calle. Se trata de algunas familias que no aceptaron la oferta oficial de ser trasladadas a un parador y armaron otro asentamiento improvisado sobre el bulevar situado frente al terreno liberado, en la avenida Fernández de la Cruz, entre Escalada y Pola. La cuadra permanece custodiada por la Policía Metropolitana y el gobierno porteño aseguró que la Justicia deberá resolver esta situación.

"Acampé en la calle porque no tengo adónde ir", dijo ayer, con su hijo en brazos, Juan Aquino, uno de los desalojados de la toma bautizada Barrio Papa Francisco. Pasó más de un día desde la irrupción de 2000 efectivos de tres fuerzas de seguridad, que obligaron a los okupas a abandonar el asentamiento armado hace seis meses. Y todavía son varios los que, como Aquino, decidieron quedarse porque, aseguran, no tienen un lugar para recalar.

Sin embargo, desde el gobierno porteño afirmaron que les ofrecieron alternativas y fueron rechazadas. "Nos acercamos tres veces, sobre todo cuando se largó a llover, para ofrecerles la posibilidad de ser trasladados, de ir a un refugio o para que dejaran sus cosas en un depósito, pero se negaron. Ahora será la jueza (Gabriela López Iñíguez) quien deberá determinar cómo seguir", dijo ayer a LA NACION la vicejefa de gobierno, María Eugenia Vidal.

La magistrada tiene a su cargo la causa penal por la usurpación, y horas antes había ordenado el desalojo. Indicó que se realizara "al alba" por efectivos de la Policía Metropolitana con asistencia de Gendarmería Nacional y de la Policía Federal.

El homicidio de Melina López, una joven que fue asesinada en un intento de robo el miércoles, a metros del asentamiento, pareció activar el operativo.

Ayer, Vidal agregó que más de 1000 personas aceptaron ser trasladadas y se reubicaron por su cuenta en villas cercanas. Otras 150 fueron llevadas a los refugios de Parque Avellaneda y Parque Chacabuco, y sólo un pequeño grupo optó por quedarse en el bulevar. Anteanoche, "había sólo 30 personas acampando, y sabemos que se sumaron más. Por eso colocamos vallas en la zona, para que no ingrese más gente", dijo Vidal.

La desconfianza primaba entre quienes no aceptaron marcharse. "Éste es mi barrio y acá me voy a quedar. Los refugios sólo sirven para dormir una noche o dos, pero después te echan", comentó Pedro Ramírez, otro de los desalojados, mientras calentaba sus manos con una fogata que hizo dentro de un tacho. Ramírez no había comido nada desde la noche anterior, al igual que todos los demás.

La postal se repetía a lo largo de todo el bulevar de la avenida Fernández de la Cruz. Alrededor de 60 personas deambulaban entre las chozas improvisadas que habían instalado allí, con lo que pudieron rescatar tras el desalojo: palos, frazadas, plásticos, carpas y hasta la lona de una pileta Pelopincho.

Mientras tanto, justo en frente, las topadoras continuaban apilando las chapas y las maderas de las casillas derribadas en el terreno liberado. La situación fue aprovechada por los vecinos de la aledaña villa 20, que ataron con sogas aquellos elementos útiles y se los llevaron desde el tapial lindero al predio, como si estuviesen pescando.

Autoridades del programa Buenos Aires Presente (BAP), del Ministerio de Desarrollo Social y de la Secretaría de Hábitat e Inclusión intentaron realizaron un trabajo de convencimiento con cada familia. La intención era que aceptaran ser mudados en camiones del gobierno porteño. Las pertenencias de quienes accedían eran transportadas a un depósito de Villa Lugano, del que luego podrían retirarlas.

Sin embargo, esto fue desmentido por quienes continúan resistiendo en el bulevar. Aseguran que, en realidad, no los dejaron recuperar sus objetos personales. "No pudimos sacar nuestras cosas del terreno. Mi heladera quedó aplastada por las topadoras", dijo María Lorenza Cavallero. Otra de las desalojadas agregó: "Los de la villa 20 se llevaron mi televisor".

En junio pasado, un censo realizado por la Defensoría del Pueblo de la Ciudad determinó que en el asentamiento Para Francisco vivían unas 700 familias. Sin embargo, los números extraoficiales que manejan fuentes del gobierno porteño indicaban que no superaban las 500. "Algunas casas estaban vacías", dijeron..

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