Este año, YPF sumará cinco equipos de perforación para desarrollar áreas en la ventana de shale oil de Vaca Muerta y pasará de 11 plataformas activas en la actualidad a 16 en los yacimientos no convencionales.

Según fuentes de la compañía, subirán un equipo más en Loma Campana, dos en La Amarga Chica, ambos bloques en etapa de desarrollo masivo, y otros dos en Bandurria, donde ya la fase exploratoria está muy avanzada.

Además, YPF cuenta con dos equipos chicos -denominados spuder rigs- que perforan los tramos verticales de los pozos y permiten ganar tiempos y eficiencia a las plataformas grandes que realizan las ramas laterales.

La producción no convencional de la petrolera tuvo un fuerte crecimiento en 2018, al pasar de 35 mil barriles diarios de petróleo a principios de año a más de 50 mil barriles diarios, según las últimas estimaciones.

La petrolera bajo control estatal tiene equipos de perforación activos en yacimientos no convencionales como La Ribera, El Orejano, Rincón del Mangrullo, Aguada de La Arena y Bajo del Toro.

En 2019 la compañía invertirá unos 2000 millones de dólares en sus campos no convencionales. La mayor parte de los desembolsos se concentrará en la extracción de petróleo no convencional, pese a la baja de la cotización del barril a nivel internacional. Por su avance en el desarrollo alcanzado en Vaca Muerta, con más de 650 pozos perforados, YPF está en condiciones ventajosas con respecto a otras operadoras en la cuenca con los precios actuales.

Las modificaciones en las condiciones de los subsidios a la producción de gas que plantea la Resolución 46/2017 del Ministerio de Energía hicieron que la empresa planificara para 2019 una mayor actividad en la ventana de black oil de Vaca Muerta.

Además de la disminución de los precios en boca de pozo en el mercado doméstico, la falta de demanda local en los meses en los que baja en el consumo en el país, junto con las restricciones de transporte en el corto plazo, hacen menos atractivo el negocio del gas para YPF en el corto plazo.

El gran desafío para la compañía es lograr precios competitivos sin la muleta de los subsidios del Plan Gas.

El objetivo de la compañía para el año próximo será incrementar la producción de hidrocarburos líquidos para abastecer su propia demanda de refino hacia 2021.