Durante los primeros seis meses del año, los precios en Río Grande experimentaron una constante tendencia alcista que puso a la canasta básica alimentaria en un nivel inflacionario nunca antes observado en la provincia.

El dato se desprende del análisis de precios respecto de una docena de artículos que forman parte de la bolsa que cualquier riograndense lleva a su vivienda tras pasar por el supermercado. Frutas y verduras, carnes, productos lácteos, artículos de almacén, elementos de limpieza y aseo personal han registrado subas que van desde el 4 % al 78 % en apenas seis meses, con un promedio que supera holgadamente la previsión inflacionaria del presente año.

Precios por las nubes

La papa a granel por kilogramo costaba en enero de este año $ 17,90 y seis meses después, se consigue en las góndolas de los supermercados a 19,90, lo que equivale a un incremento del 11,17 por ciento. Del mismo modo, el tomate redondo que en enero valía 17,90 pesos el kilogramo, en junio valía $ 49,90, lo que representa una sorprendente suba del 78,85 %. De igual modo, las bananas de Ecuador en venta en supermercados por kilogramo tenían un valor de $ 17,20 y en seis meses subieron a $ 28,90, igual a un incremento del 68,02 por ciento.

Los productos lácteos también sufrieron fuertes incrementos durante el primer semestre del año. El queso por salut de segunda marca a razón de envase por un kilogramo costaba en enero 105,40 pesos y seis meses después, su valor llegó a $ 150,40, igual a un incremento del 42,69 %. De igual forma, la leche descremada por un litro que a principios de año valía $ 13,80, durante el sexto mes de 2016 se comercializó a 18,10 pesos, que representa una suba del 31,16 por ciento.

Los cortes de carne y sus derivados fueron, sin lugar a dudas, algunos de los artículos en góndolas de supermercados cuyos precios subieron aún más que la inflación provincial. Así, un kilogramo de carne picada especial que en enero valía $ 99,00, en junio llegó a costar 129,90, lo que equivale a un alza del precio del 31,21 %.

Otro corte que también sufrió severas subas fue el peceto. Un kilogramo del tradicional despiece, costaba en enero del presente año $ 169,00 y en seis meses, su precio se elevó a 196,90 pesos, lo que representa una suba del 16,51 por ciento. Por otra parte, el pollo especial por kilogramo valía en enero de este año $ 50,90 y seis meses después se conseguí en las góndolas frías a $ 60,90, con una suba 19,65 %.

En cuanto a los artículos de almacén, el azúcar común ‘A’ de reconocida marca en envase de un kilogramo pasó de 11,90 pesos en enero a valer $ 12,19 seis meses más tarde, con un incremento del 2,44 por ciento. De igual forma, el aceite mezcla en envase de 1,5 litros, valía a principios de año $ 35,90 y seis meses después pasó a costar 37,60 pesos, con una suba del 4,74 % pero con la amenaza de triplicar su valor en los próximos meses. El puré de tomates de primera marca en envase de 520 gramos costaba en enero $ 8,90 y en junio se vendía en góndolas a 13,50 pesos, lo que representa un incremento de su valor del 51,69 %. 

Los artículos de limpieza también sufrieron fuertes subas de precios. El agua lavandina de reconocida marca en envase por litro que en enero se conseguía a $ 10, ahora vale $ 15,80, lo que es igual a una suba del 58 %. El jabón en polvo de segunda marca, en envase de 1,5 kilogramos, tenía en enero de este año un valor de $ 67 pero seis meses después, el mismo producto pasó a costar 73,50 pesos, es decir un 9,7 % más caro.

En sintonía con otros artículos de primera necesidad, la pasta dental de primera marca en envase de 90 gramos valía en enero $ 26,70 y seis meses después se comercializaba en el mismo supermercado a 38 pesos, lo que representa un incremento del 42,32 por ciento.