Slezack: "Me gustaría un espacio en el Ejecutivo bonaerense"

Slezack:

El intendente de Berisso, Enrique Slezack, ratifica su compromiso con el proyecto kirchnerista y no esconde sus deseos. En una entrevista con Diagonales, habla de candidaturas, destroza a la oposición y traza su futuro político. Además, manda una aguda crítica a los legisladores. Espera que sea Cristina quien decida al candidato.

“No acompaño hasta la puerta del cementerio, yo acompaño hasta adentro”. Con esa frase, el intendente de Berisso, Enrique Slezack, intenta graficar la pertenencia que tiene al “proyecto nacional y popular” iniciado en 2003 por Néstor Kirchner y continuado por Cristina Fernández. En una entrevista con Diagonales, el jefe comunal de la localidad costera no esconde la complicada situación financiera que atraviesa el Municipio, y culpa a la “oposición empatotada que hace lo imposible” para no dejarlo gobernar. Cumple su tercer período, al que accedió con el 64% de los votos, pero afirma que le queda cuerda para rato, y que si no pelea por un cuarto mandato le gustaría ocupar un cargo ejecutivo en la Provincia. ¿Gobernador? No. Quiere una lista de unidad en su distrito y dice estar dispuesto a dar un paso al costado para lograrlo; “pero si hay mezquindades, daré batalla”, avisa. Destroza a la oposición, habla de la política de slongan, cuestiona alguna cosa de Scioli y mira con ojos críticos el “microclima” legislativo. No descarta a ningún candidato para la gobernación, pero menciona a dos. Espera que la Presidenta tome la decisión y les quite la responsabilidad a los dirigentes de elegir candidato para sucederla. 60 años, esposa, tres hijos, una nieta. A continuación, Enrique “Quique” Slezack.

–¿Cuáles son las grandes problemáticas a enfrentar en su distrito; los desafíos específicos de esa región? ¿Y qué problema quisiera dejar saldado antes de dejar el cargo?

–El problema más grave que tenemos es que las tasas quedaron relegadas, impacta directamente en la recaudación y eso hace que nos queden deudas pendientes respecto de la infraestructura municipal. Eso no depende ni de Nación ni de Provincia sino del Concejo Deliberante, donde la oposición se ha dedica a desfinanciar al Gobierno e imposibilitarnos avanzar en ese sentido. Así se complica pagar los sueldos, no se puede comprar insumos para mejorado de calles, etc. Los números son elocuentes: este Municipio recauda unos 4 millones de pesos por mes y paga 15 millones de sueldo. Esto viene desde hace años desde una nueva conformación en el Concejo, donde perdimos la mayoría y tenemos que enfrentar de manera permanente las trabas de la oposición, que se dedica a poner palos en la rueda. Todo esto significa que nos gastamos toda la plata de la coparticipación en los sueldos y en los insumos básicos para trabajar. Hoy el Municipio está en una situación bastante complicada. Y que la oposición en el Concejo –radicales y el massimo mezclado con algún vecinalista antiperonista– esté empatotada hace que no podamos mejorar la situación de los vecinos sincerando las tasas, no aumentando sino sincerando.

–¿De dónde sacan el dinero para llenar ese hueco?

–Sale de la coparticipación. Ese es dinero que debiera destinarse a mejorar salud, asfaltado, luminarias, mayor infraestructura en todo.

–¿Cómo es la relación con la oposición en su distrito?

–Es mala. La oposición en Berisso tiene la característica de toda esa oposición que van a los medios, a esos programas donde cualquier opina sobre cualquier cosa, donde hay pseudoperiodistas, inquieren a funcionarios y hacen una maratón de insultos y agravios para con nuestros funcionarios que no tiene parangón. Yo no recuerdo un ataque sistemático de la noche a la mañana de parte de los medios para agraviar a los políticos que conformamos este espacio que inició Néstor y continúa Cristina. Programas de chusmerío y estupideces se arrogan el carácter de inquisidor, jueces de algo que no es la realidad. La oposición local se comporta de la misma manera que lo hacen en la Cámara de Senadores y Diputados, muchos slóganes, pero a la hora de gobernador no dan la talla. Los que estuvieron a mi lado ya se fueron echados por inútiles, por incapaces. Se replica la línea bajada a nivel nacional: radicales, massitas, antiperonistas, los pseudovecinalistas. Algunos radicales que en el pasado quisieron estar con De Narváez y lograron entrar al concejo porque les dio el piso parece que ahora se bañaron en agua bendita. Algunos tienen tres períodos y no presentaron un solo proyecto. Ellos tratan de que nosotros no podamos funcionar para convertirnos en receptores de las puteadas de todos los vecinos.

–¿Cómo define la relación que desde el municipio tiene con la Provincia?

–Tenemos una buena relación. Hemos tenido algunos problemas pero desde que comenzaron a escucharnos en nuestros reclamos hidráulicos todo fue mucho mejor. Antes pensaban que resolviendo el problema de La Plata alcanzaba, pero lo que sucede es que el agua que sale de La Plata antes de llegar al río pasa por Berisso, de modo que la solución debía ser integral e involucrarnos.

–¿Cuál es el candidato a nivel provincial que, a su juicio, representa mejor el modelo de Provincia que usted pretende?

–Soy cuidadoso porque tengo amigos que son excelentes candidatos. El caso del intendente de La Matanza, (Fernando) Espinoza, quien además es el presidente del Partido Justicialista en la Provincia. Patricio Mussi, un pibe con capacidad, bien formado, joven. De todos modos, voy a ser respetuoso de las recisiones que tome Cristina, quien es claramente nuestra conductora. Yo no acompaño hasta la puerta del cementerio, yo acompaño hasta adentro. Y defenderemos en el distrito lo que ya hemos logrado.

–¿Y a nivel nacional?

–El Pato Urribarri es un gran candidato; Rossi es otro candidato bárbaro. Con Florencio no he tenido la mejor relación pero es un hombre que hace falta, que puede estar. Y Scioli no puedo negar que es un hombre que ha estado, que está, que tiene relación con los intendentes y que ha gobernado la provincia con acierto, con errores, pero ha gobernado y por lo tanto tiene que estar en carrera. Esperemos que la presidenta tome la decisión y nos quite la responsabilidad. En Berisso voy a tratar de encauzar una lista de unidad. Considero que el Frente para la Victoria debe ir junto en la ciudad. Y si para eso hiciera falta que yo no sea candidato aceptaría esa situación, pero si la mezquindad está, entonces defendería este lugar. En marzo lo vamos a decidir.

–¿Cuál es su aspiración personal a corto y largo plazo? ¿Le gustaría ser gobernador?

–Gobernador no. Eso es otra cosa y allí se juegan otras cuestiones. Lo que sí me gustaría es tener un lugar afuera para ayudar a la intendencia de Berisso. Hoy no tengo quién me ayude desde afuera. Hoy a mí me ayuda De Vido, otros ministros. Es muy importante tener un legislador que te ayude desde lo legislativo con las obras y demás. Yo ya llevo tres períodos, he ganado muy bien y he perdido la anterior con Massa… me descuidé, asumí la responsabilidad… tal vez creído que era un trámite y no comprendí las PASO.

–¿Le gustaría un lugar en el Ejecutivo bonaerense? ¿O prefiere el legislativo?

–No sé cómo me llevaría con el legislativo. Me gustaría un espacio en el Ejecutivo, un lugar desde donde ayudar a los municipios. Creo que he aprendido mucho, que tengo experiencia y puedo aportar. Aprendí mucho y sería un desperdicio no aplicarlo en otros lugares. En el municipio ya cumplimos y con creces. Dejamos un municipio completamente distinto; con la posibilidad de volver a ser una ciudad portuaria.

–Años atrás barajó la posibilidad de ser candidato a legislador aunque finalmente fue por la reelección. ¿Qué podría aportar desde la Legislatura?

–Es muy importante ese lugar, sobre todo para defender los intereses de los distritos que representan. Muchos legisladores cuando llegan se olvidan que salieron propuestos por intendentes, viven en un microclima, dentro de una dinámica diferente y se olvidan para qué fueron elegidos. Es muy común que pase eso. Está faltando más presencia de los intendentes dentro de las cámaras, para legislar en función de los intereses de esos municipios. Debe haber otra historia, porque le mundo de las Cámaras (legislativas) es un mundo aparte, que tiene lógicas propias, formas de construcción distinta. Nosotros somos más pragmáticos y cuando llega el momento estamos. Hoy, por caso, tenemos a un (Juan José) Mussi que es un fiel defensor de las cuestiones municipales.

–¿Cree que se está dando la renovación de dirigentes en la política? ¿En qué medida? ¿Es suficiente, va muy lento?

–Se da a partir de que haya gente capaz para ocupar los lugares. Hay gente que en elecciones pasadas ha demostrado estar a la altura de las circunstancias cuando hubo recambio generacional, oxigenación de la política. En la etapa del “que se vayan todos” en muchos casos pagaron buenos por malos, pero hubo una gran cantidad de intendentes que fueron parte de esta historia nefasta de la argentina y que Néstor Kirchner los amnistió con la sociedad, porque fue él quien les abrió las puertas de la Casa Rosada para que se pudieran expresar. Amnistió a muchos que a la larga siguieron mostrando la hilacha pero aparecieron jóvenes que fueron ganando elecciones; pero principalmente hubo recambios con jóvenes. Pero debe haber una matriz de formación y un sustento ideológico que debe trascender la aspiración personal. El trasvasamiento generacional tiene que ir acompañado de lo ideológico. Tiene que haber una matriz de formación ideológica que siga con esta revolución inconclusa del peronismo. No hay que aflojar la cincha, hay que seguir para adelante porque esas aflojaduras las pagamos los municipios, sobre todo los municipios chicos que no somos agropecuarios, por ejemplo.

–¿Está de acuerdo con la reelección indefinida de intendentes?

–Creo que no es necesario. Pero es algo que debiéramos discutir los intendentes y debiera haber una salida para quien deja la comuna. Después de ese sacrificio uno no puede volverse a la casa, a la nada. Cuando uno es intendente deja todo de lado, las actividades, las profesiones. Pero además hay una realidad y es que la gente los vota, nos vota. Hay muchos casos en que la gente prefiere que siga el mismo intendente.

–¿Cuál es la razón por la que los partidos políticos salen a buscar figuras públicas en ámbitos no políticos para ocupar cargos? ¿Cree que es por carencia de otro tipo de dirigentes; por pragmatismo político para sumar votos?

–Pasa eso cuando las ideologías se mueren. Cuando en la década del ’90 el presidente Menem dijo que las ideologías se habían muerto lo único que faltaba era que dijera que el origen del partido ya no existía; de hecho lo logró. Mientras el bailaba con Mirtha Legrand, hacía chistes con Susana Giménez, jugaba un partidito de fútbol con Tinelli o cortaba la ruta 2 para pasear en una Ferrari, por otro lado entregaba el país, la soberanía. Entonces le daba lo mismo que el Soldado Chamamé sea en el Chaco, Palito Ortega en Tucumán, Ricky Maravilla en Salta, Reuteman en Santa Fe; hubo un montón de estos personajes conocidos de la mano de su popularidad. Pero la gente no es tonta. Se busca porque están tratando de frivolizar la política. Ya lo practicaron con la Alianza y lo pagaron Kosteki y Santillán, lo pagó el pueblo con hambruna, con los comedores, con los clubes del trueque. Esa historia no quiero. Este es un país que puede. Esos personajes que llegaron sin importarles a qué costo cuando tienen que tomar decisiones en serio para ver qué rumbo toma el país lo hacen sin importar nada. Hay causalidades que hacen que una calle no se puede reparar desde hace cincuenta años, o que no haya cloacas, o agua, o que Edelap nos desatienda como nos desatiende. Tiene que ver con el vaciamiento de la ideología, lo que importa es llegar, sin importar mucho para qué, o mejor dicho, para hacer lo que les conviene en lo personal y de espalda al pueblo. Y así, con ese manto de impunidad, finalmente votar cosas que no les conviene al pueblo.

–Enumere alguna o algunas medidas de políticas públicas impulsadas por Scioli que considere un error.

– Hasta que se entendió, un error fue la planificación hidráulica para la región. Se pensaba que el problema inundación se debía solucionarse en La Plata. Luego se reconoció y hubo un giro en este tema; parecía que había que sacar el agua de La Plata hasta la avenida 122 y después lo que nos pasara a nosotros no importaba. Era un concepto que había de un manejo centralizado de la capital de la provincia.

–¿Qué otra cosa?

–Necesitamos que la Provincia nos acompañe un poco más firmemente con el tema de la energía, con la destrato que hay por parte de Edelap. Necesitamos que dé una pelea mucho más contundente con Edelap, ahí hay una deuda. Deben convocarnos para dar la pelea de manera conjunta.

–¿Críticas al Gobierno nacional?

–Son tantas las buenas que sería injusto de mi parte marcar una mala. No veo que haya malas en contra el pueblo. A este país hubo que reconstruirlo de nuevo.

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