La política económica que lleva adelante el Gobierno de Mauricio Macri ha afectado negativamente la economía de nuestra provincia, tanto a nivel público como privado. Efectivamente, desde el inicio de este período de gobierno, la caída de la coparticipación nacional ha sido abrupta, lo que limitó en forma notable al Estado rionegrino en su capacidad de cumplir con sus obligaciones.
Por otra parte, también ha sido muy fuerte la retracción de la actividad económica en todo nuestro territorio, lo que impactó principalmente en el comercio y la industria, que son las principales actividades generadoras de empleo. En la zona cordillerana, por ejemplo, las ventas minorisatas cayeron un tercio respecto del año pasado, una baja que muchos comercios no pudieron afrontar por lo que debieron cerrar sus puertas.
Los sectores más beneficiados con estas políticas nacionales son los más concentrados de la economía, como el agroexportador y el sector financiero, con un dólar en permanente alza. Sin embargo, en Río Negro, la fruticultura no registró ese impacto positivo y sigue inmersa en su histórica crisis estructural.
El salario de los argentinos alcanza cada vez menos y, junto con el poder adquisitivo, se resiente la calidad de vida de los ciudadanos, quienes debimos afrontar tarifazos en materia de servicios y suba constante de precios de la canasta familiar, que en promedio se encareció, sólo en el mes de julio, en un 14%, con subas en algunos artículos del orden del 40%.
En los debates económicos nacionales, se habla de macroeconomía soslayando la economía real, la que vivimos cotidianamente en nuestros hogares, en las economías regionales, en el amplio territorio de la nación, por fuera de la pampa húmeda. Por ello, necesitamos una voz que represente nuestros intereses y que dé los debates necesarios para lograr una recuperación económica real de nuestra región. Tenemos que ser capaces de reconocer los aciertos, pero también de rechazar toda medida económica que perjudique la calidad de vida de los rionegrinos.
Por eso, Juntos Somos Río Negro propone una forma de hacer política independiente de los intereses de los grandes partidos nacionales, que no tenga patrones en Buenos Aires, que no actúe corporativamente olvidando los intereses regionales.
Desde Juntos Somos Río Negro creemos que la llamada "grieta" es sólo una excusa para posicionar a las mismas fuerzas políticas que alternativamente toman las decisiones en la Capital, desconociendo a las provincias, y que han perdido desde hace mucho tiempo el sentido federal de los debates.
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