Rosso, Maiorano y Abud, despedidas que ya no se repetirán

Desde la sanción de la nueva normativa provincial que solo permite una reelección para cargos públicos, ya no existe la posibilidad de renovar mandatos de manera indefinida. Y este 11 de diciembre, tres concejales se despidieron de sus bancas de una manera que no se repetirá: Héctor Rosso cumplió su cuarto mandato consecutivo, mientras que Eduardo Abud y Nicolás Maiorano estuvieron tres.

Rosso: “Está bueno que haya caras nuevas”

Todo tiene un comienzo, un final, por lo que hay sentimientos encontrados. Después de muchos años, a partir de mañana uno no va a tener que ver con la actividad parlamentaria de la ciudad.

También está bueno que sea así. A partir de mañana va a haber muchas caras nuevas, son otros aires, otros impulsos. Además me retiro con haber cumplido las expectativas, tanto desde el oficialismo como desde la oposición.

La creación de la secretaría de Derechos Humanos. En el año 2004-2005, la creamos desde la oposición. En su momento fue algo extraño porque no se sabía cuál era el rango o la jurisdicción. 

Maiorano: “Estos 12 años me formaron como persona”

He estado 12 años acá, que me formaron como persona y como político. Me voy con muchos amigos y conocidos. Con un grupo de trabajo hermoso, que continuaremos desde otros lugares. Se termina una etapa, empieza otra que seguramente será beneficiosa en la medida que lo hagamos con el compromiso que creemos que hay que hacerlo.

Había un Concejo totalmente distinto al que hay ahora. Había más discusión política. Estaba Eduardo Salas, Gustavo Pulti, Carlo Katz, Walter Malagutti, Pucho Cordeu. Era otro concejo, no había tanto grieta y chicana política. Ese es uno de los desafíos, tratar de achicar la grieta para que haya más discusión política y menos chicana.

Abud: “Orgulloso de haber representado a los vecinos”

Orgulloso de haber representado a los vecinos. Entre 800 mil habitantes, somos uno de los 24 elegidos, es un orgullo. Creo haber plasmado en los papeles todo lo que me han acercado los vecinos. Me siento gratificado, con un poco de dolor porque hay muchas cosas que quedaron por hacer. Ojalá que los que vengan puedan representar a los vecinos de la misma manera que yo creí que había que hacerlo: honestamente, en todos los momentos.

Ahora me iré a mi casa, a estar con mi familia, mis nietos, aunque uno nunca se aleja por completo de la política.

Comentá la nota