“La puntanidad es como nuestra alma, nuestra manera de ser, aquello que nos distingue”, expresó Alberto Rodríguez Saá en la primera de las ocho charlas destinadas a los estudiantes de Justo Daract. Los directivos de los establecimientos educativos planearon diferentes actividades para instalar el sentimiento de puntanidad e identidad sanluiseña en los chicos. En la primera jornada, invitaron al ex gobernador que homenajeó al escritor Juan Crisóstomo Lafinur y dio detalles de su corta vida.

El auditorio del Museo Audiovisual Ramón Raúl Díaz, pegado a la estación de ómnibus, recibió a un centenar de adolescentes que llegaron de las escuelas N° 37 “Juan B. Alberdi”, N° 21 “María Auxiliadora”, N° 11 “Sócrates Cortines”, N° 16 “Jesús Obrero”, N° 272 “Capital Federal” y N° 429 “Gregorio Agüero”.

La disertación de Rodríguez Saá inició con una breve explicación de la ley a partir de la cual instauran en la provincia la noción de “sanluisismo” y, luego, definió el concepto de puntanidad a partir de un recorrido por la historia de la fundación de la capital sanluiseña. Con tintes de docente, resaltó que “San Luis está formada por muchas ciudades, pueblos y etnias, entre todos los cuales formamos una cultura, un alma que vamos a llamar la puntanidad”.

En tono de confianza con los escolares, les pidió que “no crean en la historia como se las cuentan porque está contada desde las calles de Buenos Aires, y a veces cuando la contamos desde nuestra provincia es distinta y la vemos de otra manera. Cuando uno habla de los hombres que nos pertenecen, de los antepasados, nos sentimos orgullosos y admitimos los elogios”. Y entre los hombres que dan orgullo, citó al referente puntano, Juan Crisóstomo Lafinur.

Comentó que Lafinur nació en La Carolina, en 1797 y que vivió 27 años. “En Buenos Aires aparece  una placa, que puso el Concejo Deliberante en su honor, que lo describe como patriota, filósofo y poeta. Una de sus poesías mayores fue para la “Oda a la muerte del general Manuel Belgrano”, que hizo para su entierro”, detalló.

Destacó, de manera escueta, que es uno de los cuatro filósofos que reconoce el diccionario internacional de Ferrater Mora, junto a Mario Bunge, José Ingenieros y Risieri Frondizi. “Él seculariza el aula: la ciencia es una cosa, la religión es otra y la filosofía otra”, remarcó.

Al finalizar la charla, respondió algunas preguntas de los alumnos, en especial de los chicos del Taller de Radio Centro de Actividades Juveniles del CE N° 11, que oficiaron de periodistas. La pequeña estudiante Josefina Ares López le regaló la poesía “A mi tierra”, del autor Polo Godoy Rojo.

El cierre fue de la mano del maestro bandoneonista daractense Américo Moroso y sus músicos Edgardo Alfonzo y Carlos Moroso. Deleitaron al público con tres obras: “San Luis nocturno”, “Quejas de bandoneón” y “Milonga de mis amores”.