Ritondo: "La inseguridad suele ser un buen negocio para el ataque político"

Ritondo:

Tras reunirse con la Gobernadora, el ministro de Seguridad, Cristian Ritondo, recibió a La Tecla en su despacho. Reconocó el flagelo, muestra sus objetivos y aclara que todavía se está lejos. Además, se refirió a la Policía Local, a la Gendarmería, y le pegó duro a la Justicia.

La inseguridad está al frente en las en-cuestas y ocupa muchísimas horas en la televisión. Es quizá el momento más álgido desde que María Eugenia Vidal se hizo cargo de la Gobernación. Sin embargo, el ministro Cristian Ritondo no se esconde y afronta la situación sin peros y sin números. Mano a mano con La Tecla, dice que al fa-miliar de una víctima mortal del flagelo no le puede mostrar estadísticas, ni mejoras, porque son “inaceptables”. 

Lo que se hizo, lo que se está haciendo y lo que queda por hacer es el eje central de la charla. Reconoce que “la inseguridad no es una sensación” y apuesta fuerte a la renovación de la Policía de la Provincia, haciendo hincapié en que “hay que proteger a los buenos efectivos y sacar a los corruptos”. Critica con dureza al Poder Judicial, toma postura respecto de la Policía municipal y les responde a los intendentes del Conurbano que reclaman por la Gendarmería. 

-¿Desde que asumió la nueva gestión empeoró la inseguridad en el Conurbano?

-A veces, en ciertas declaraciones puede haber respuestas que tengan una intencionalidad política y que no estén basadas en estadísticas. Más allá de eso, tengo que trabajar con todos, con los que dicen que la situación empeoró y con los que dicen que mejoró. Cuando no hay intencionalidad política y a la seguridad se la mide respecto de lo que hay que hacer y teniendo en cuenta que atrás de cada estadística, de cada muerte, de cada robo, hay una persona o una familia, se trabaja muy bien. Con la gobernadora Vidal, desde un principio dijimos qué es lo que sucede en la provincia de Buenos Aires y qué es lo que pensamos que hay que hacer para ir en busca de las soluciones. 

-¿La Gendarmería es una solución, como afirman algunos intendentes?

-No creo que sirva como solución. Se trata de un trabajo en conjunto que puede servir como parche, pero no es una solución. Varios de los que piden Gendarmería son los que se quejaban porque las fuerzas federales no tenían comunicación con las fuerzas provinciales. Contar con una Policía militarizada de frontera no puede ser una solución para tener seguridad urbana. 

Lo que tenemos que tener es una mejor Policía, más capacitada y de mayor excelencia. Cuando se piensa solamente en la cantidad y no en la calidad, vamos mal. Hay muchas cuestiones que hacen a la formación policial que hay que atender, entre otras, el equipamiento. Por supuesto, hay inseguridad en la Provincia; hay puerta giratoria en la Provincia; y hay un sistema que hace que salga primero el delincuente que el que está haciendo la denuncia.

-¿Por qué le cuesta tanto a la política ponerse de acuerdo en una política de seguridad a largo plazo?

-La inseguridad, así como es buen negocio para cuestiones mediáticas, también suele serlo para el ataque político. Muchas veces, en la política hay mezquindad, que se disimula, pero mezquindad al fin.

-¿El reclamo de muchos intendentes por la Policía Local también tiene un poco que ver con la mezquindad política?

-No. Cuando quede definido de qué delito se van a hacer cargo, los intendentes se van a estar comprometiendo aún más. Segura-mente van a tener que poner más de su presupuesto para la seguridad, más allá de lo que se transfiera desde la Provincia. 

-Más allá de lo que suceda en la Provincia con la Policía Local, ¿qué visión tiene usted con este tipo de fuerzas locales que, dicho sea de paso, en muchos lugares del mundo no ha dado los resultados esperados?

-Primero hay que definir los delitos de los que se va a hacer cargo; que tiene que tener un sistema de control no municipal sino provincial; y que en caso de haber sospechas, Asuntos Internos debe estar muy cerca de la problemática. Y también darle la herramienta ésa al intendente. 

-¿Se va a fondo contra la maldita Policía?

-No quiero hablar de maldita Policía…

-Contra la Policía corrupta…

-Sí, a fondo.

-Hay un mito que dice que si te metés con la Policía a fondo, te da vuelta la Provincia…

-Nosotros vamos a ir a fondo.

-¿Cueste lo que cueste?

-Lo contrario sería pactar con la delincuencia. Y la gente no nos votó para eso. El policía que es delincuente es un delincuente vestido de policía, no es un policía. 

-¿Lo sorprendió algo de la presentación de las declaraciones juradas de la Policía? Hubo algunas sanciones…

-Si sobre 6.600 faltaron sólo 150, el resultado es positivo. Lógicamente que hay que analizar por qué esos 150 no la presentaron y qué presentaron los 6.600. 

-Con todo este seguimiento que se hace de la Policía, ¿hubo que acrecentar Asuntos Internos?

-Estructuralmente es igual. Sí se sacó a muchos policías y se introdujo a muchos civiles. También hemos traído abogados, contadores, especialistas en diferentes ilícitos o en determinadas materias del derecho penal que lo hacen más profesional y mejor. 

-¿Cuánto tiempo cree que puede llevarle equipar a la Policía como usted quiere?

-Creo que cuatro años. 

-¿Y recapacitar a la fuerza?

-El que salga de la escuela este año va a tener un rol de conducción dentro de nueve años. Mientras tanto va a ser un policía de calle. ¿Se va a notar? Sí, va a haber mejores efectivos. Queremos tener cada día una mejor Policía, y eso se da solamente si la formación es cada vez mejor. 

-¿Va a haber más Policía por vocación que por el sueldo?

-Eso es lo que buscamos, que la Policía tenga vocación. Sin dudas, es un laburo vocacional.

-Parece difícil… La calle de hoy no es la misma que la de hace cuarenta años.

-Por eso, es vocacional. Y por eso es que no se puede tener en la fuerza a quien no tenga la más mínima vocación, sabiendo lo que se arriesga, lo que significa ser policía. 

-¿Qué es más difícil, mejorar la Policía o la imagen de la Policía?

-Van de la mano. A medida que se mejora la Policía, la imagen va a mejorar mucho más. La fuerza también tiene que entenderlo. Cuando les dije “salgan a tocar timbre”, me miraron como diciendo “éste está loco”. ¿La gente no quiere conocer al comisario de la zona y al policía del barrio? Yo creo que sí. Es como con el kiosquero de la esquina: una vez que lo conocen ya deja de ser el kiosquero; es el muchacho, o la viejita, o la señora del kiosco de la esquina. Eso es lo que yo quiero para la Policía y los vecinos. Sé que es complicado, pero si logramos hacerlo en parte o un poco, vamos a andar bien. 

-Hace un rato recibió la noticia de los delincuentes que atropellaron y mataron a un nene de seis años con un auto robado y se lo notó apesadumbrado. ¿Le pasa siempre?

-Sí. No puedo tener coraza, y ni hablar si se trata de un chico, como en este caso. Siento impotencia con esas situaciones. No me acostumbro. Ni quiero. No quiero que la muerte se convierta en algo familiar. Tam-poco con un secuestro en curso o un tipo que mata por un celular.

-¿Cómo maneja un político futbolero como usted eso de estar en un lugar en el que la mayoría son derrotas, hay algún que otro empate y victorias poco y nada?

-El partido es complicadísimo, pero si lo ganás… La política es de vocación de servicio, y uno cree que alguna vez van a ganar los buenos. Y este equipo, te puedo asegurar que va a dejar todo en la cancha, justamente para que ganen los buenos, para que se derrote a la delincuencia. Volviendo a la pregunta anterior, son muchas las derrotas. Cuando el teléfono suena a las cuatro de la mañana, ya sabés que algo grave pasó y te quedás pensando, y no conciliás el sueño.

-¿Hay tiempo para pensar en política? Escuché que lo quieren para presidir la Cámara de Diputados bonaerense…

-No hay tiempo para eso. Sí para pensar en políticas de seguridad, sí en entender que a esto hay que dedicarle todo. Pero política electoral, no. Para poder ser un buen candidato tendría que irme de acá mucho mejor de lo que yo mismo espero. De todos modos, no quiero convertirme en candidato, quiero que me vaya bien por los bonaerenses, bien de verdad.

-¿Cómo evalúa su gestión?

-Me pondría un cinco. Con la Gobernadora nos hemos fijado objetivos de corto, mediano y largo alcance. El gran propósito en cuanto a la seguridad, sin duda, es largo plazo. A mediano es tener más patrulleros, mejores cuadrículas, más efectivos en las calles, cómo le vamos agregando tecnología. A largo plazo es un 911 que funcione en toda la Provincia, con un sistema de comunicación integrado, geolocalizado, que nos permita con el ABL y el 911 tener una conexión sin falencias.

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