El trabajo del Concejo Deliberante durante el año pasado arrancó con una propuesta novedosa que buscaba establecer una agenda legislativa para el transcurso de todo el 2014. Por iniciativa del bloque de concejales del Frente para la Victoria-Partido Justicialista (FpV-PJ), los ediles aprobaron un listado de temas generales que asumió el carácter de compromiso en cuanto al tratamiento durante las próximas sesiones. 

La información se refería a un "cronograma tentativo de tratamiento de temas que tienen que ver con la necesidad de consensuar políticas de Estado y de establecer mecanismos de participación que permitan sancionar instrumentos, con el sólo objetivo del bien común, teniendo como fin, el desarrollo del pueblo". 

Ese listado incluyó el tratamiento del Presupuesto 2014; la reforma impositiva; el acceso a la libre información pública; la salud pública -Hospital Nuestra Sra. De Luján-; la educación; obras de infraestructura; Código de Ordenamiento Urbano y políticas de tierra y vivienda; proyecto revalorización de la zona turística; y evaluación del Consejo de Seguridad Ciudadana en conjunto con políticas de seguridad y nocturnidad. También, quedó establecida para diciembre la evaluación de los resultados de esta agenda y la propuesta de la agenda tentativa 2015.

De ese listado, algunas de las temáticas terminaron por transformarse en ordenanzas, mientras que la mayoría de las cuestiones todavía permanecen como deudas pendientes, en algunos casos por deficiencias del propio Concejo y en otros por demoras generadas en el Departamento Ejecutivo, por ejemplo el tema de la zona turística y un proyecto que nunca terminó de presentarse. 

Una de las primeras intervenciones del Concejo el año pasado apuntó al tema del transporte de colectivos y el importante incremento en los pasajes que ese servicio sufrió en el verano de 2014. Ante el reclamo de una asamblea vecinal, se trabajaron algunos proyectos a los fines de establecer en el distrito una tarifa para los estudiantes, al tiempo que se buscó sumar la participación del Departamento Ejecutivo en gestiones a nivel nacional. 

Para marzo, el conflicto por la paritaria de los trabajadores municipales se trasladó al recinto, una situación que se repitió hasta que los gremios y la gestión de Oscar Luciani alcanzaron un acuerdo.  

DESTACADOS

En cuanto al tema de acceso a la tierra, en el verano pasado se presentaron dos proyectos. El primero desde el Frente Popular Darío Santillán (hoy Patria Grande) que apuntaba a la creación de un Banco de Tierras. El otro, desde el Frente para la Victoria, fijaba el establecimiento de un Instituto Municipal de Acceso a la Tierra. Hacia fines del año, los concejales terminaron por aprobar una iniciativa basada en la primera de las propuestas.  

 Vinculado a este aspecto, el COU no volvió a ser tratado por el Concejo. Sin embargo, se resolvió la intervención de La Brújula para iniciar una ronda de consultas y también fue aprobado un proyecto del FpV destinado a que el anteproyecto fuera subido a la web del Municipio.

En febrero, luego del asesinato del joven Lautaro Soto, el Concejo aprobó el regreso del Consejo Permanente para la Seguridad Ciudadana, con el establecimiento de una tasa especial que pasó a pagarse con el recibo de la luz. Al poco tiempo de su creación, sin embargo, los integrantes de ese nuevo espacio comenzaron a solicitar a los concejales diferentes reformas de una ordenanza que consideraban deficiente y que ponía límites a la participación ciudadana. Aunque ese planteo se repitió durante varios meses, con presencia en las sesiones para insistir en el pedido, fue recién a fin de año que los ediles aceptaron aprobar los cambios en la ordenanza. 

Además de lo relacionado con el Consejo de Seguridad, la problemática de la inseguridad estuvo presente en el ámbito legislativo en octubre, cuando Luján fue noticia nacional por la fuga de presos de la Comisaría local. En esa oportunidad, el intendente Luciani fue convocado al recinto, donde sólo se atinó a plantear la posibilidad de solicitar la suspensión del Comando de Prevención Comunitaria para reforzar las comisarías hasta tanto llegaran más uniformados. La alternativa no tuvo eco. Los concejales también acompañaron la adhesión del Municipio al nuevo esquema de Policía Local. 

Algunas de las ordenanzas aprobadas en el transcurso de 2014 resultaron finalmente vetadas por el jefe comunal. En mayo se decidió la creación de una comisión que tuviera por fin definir cómo gastar el dinero del Fondo Educativo. El espacio iba a estar conformado por los distintos actores políticos, educativos y gremiales de Educación. Sin embargo, no consiguió el aval del Ejecutivo por considerar que el Concejo se había extralimitado en sus competencias. 

Igual suerte corrió el nuevo escalafón para los trabajadores municipales, proyecto aprobado en noviembre y vetado a fines de año. 

Además de proyectos que pueden ser considerados de "rutina" en tanto significan notificar al Ejecutivo para que dé soluciones a problemas de infraestructura en barrios o localidades (por ejemplo el arreglo de una calle), los concejales convalidaron algunas iniciativas solicitadas por el Ejecutivo. Una de las últimas fue el aumento de la tasa asistencial para solventar un Banco de Prótesis.

En el plano partidario, el 2014 dejó un Concejo Deliberante todavía más fragmentado. Desde fines del año anterior, el acuerdo que un sector del peronismo-kirchnerismo mantuvo en las elecciones legislativas no se tradujo en una única integración legislativa: Leonardo Boto y Vanina Pascualín decidieron conformar un bloque separado de la bancada princista, a la que sí se sumó Facundo Romero.

Los ediles del Frente Renovador que accedieron al Concejo no tardaron en mostrar sus diferencias. Jonatan Fattorini definió establecer un bloque unipersonal. Para mayo, Marcelo Musso tomó la misma decisión y se alejó de Federico Guibaud y Silvia Scarzo. 

Eraldo González, por su parte, resolvió no continuar en el bloque que hasta 2013 comandó Pablo Tonini.