Lo cierto es que existe una ley provincial que indica que el Fondo Educativo no puede afectarse para otra área o destino que no sea la educación.

Si bien, en diálogo con FM De la Costa Curetti aclaró que se dispuso de dinero del Fondo Educativo porque legalmente era posible, el marco de la ley de Presupuesto provincial 14.393 establece que los recursos de ese Fondo serán distribuidos entre los distritos del territorio bonaerense en forma automática, y éstos se destinarán exclusivamente a las finalidades de educación, ciencia y tecnología.

En la provincia de Buenos Aires, el organismo que oficia de contralor de las inversiones que se realizan con esos recursos es el gremio SUTEBA. En este sentido, consultado al respecto, el Secretario de Educación y Cultura de SUTEBA Patagones, Andrés Amoroso, precisó: “En Patagones supervisamos donde era destinado el fondo de las escuelas de Patagones y siempre dijimos que era de los pocos distritos de la provincia donde estaba bien destinado”.

Además añadió: “El fondo educativo es un reclamo histórico de SUTEBA y fue una reivindicación muy grande cuando desde el gobierno nacional se aplicó. Es una política de la que no se sabe demasiado pero es un fondo destinado a cada escuela y el director o el intendente lo puede destinar a arreglar un aula, un vidrio roto, etc”.

En la provincia, el Fondo Educativo que deposita el gobierno nacional es para que sea distribuido y enviado a los municipios.

Si bien el ex jefe comunal afirma haberse asesorado legalmente para desviar dinero a su propio sueldo y al de sus funcionarios, no sólo pasó por alto las especificaciones de la normativa vigente, sino que lejos quedó la practica de los deberes y comportamiento ético de funcionario público que por Ley le correspondían ejercer, entre otros; la obligación de “velar en todos sus actos por los intereses del Estado, orientados a la satisfacción del bienestar general, privilegiando de esa manera el interés público sobre el particular”. Además lo acompañaron sus funcionarios habiendo recibido (conociendo o no) las remuneraciones que en algunos casos superarían los 70 mil pesos.

Curetti no solo desvió fondos nacionales otorgados por la provincia para la educación el distrito, sino que privilegió su propio sueldo, junto con el de 17 ex funcionarios por sobre las necesidades educativas del distrito e incluso, priorizó su propio salario por sobre el de los trabajadores municipales, esgrimiendo “temor” de que el nuevo gobierno no le pagaría, pensando en sus más cercanos y sus familias, mientras cientos de familias de empleados municipales, aguardan bajo la incertidumbre total las certezas que el ex intendente no se ocupó asegurar al personal municipal antes de finalizar su mandato con una remuneración superior a los 200 mil pesos.

Resta, finalmente, esperar que un hecho de estas características sea analizado e investigado por el área que corresponda, para garantizar la plena protección de los derechos educativos y el cumplimiento de la ley en todos los ámbitos, sin privilegios.