Los productos argentinos con más trabas para ingresar en los mercados en los próximos años

Los productos argentinos con más trabas para ingresar en los mercados en los próximos años
El crecimiento del proteccionismo no arancelario implicará todo un desafío para los productos primarios y agroindustriales argentinos para las próximos años. Su impacto dará de lleno en las arcas del fisco donde el año pasado significaron divisas por más de u$s20.000 millones.
El cierre de las fronteras a los productos extranjeros adelanta una conflictividad comercial más activa. Para ver esto, sólo basta saber que en la Organización Mundial de Comercio (OMC), la cantidad anual de casos pasó de 8 en 2010 a 20 el año pasado, marcando un aumento del 150 por ciento.

Y en ellos están el biodiésel, carne y limones argentinos. El primero, por las trabas que impuso España, y los otros dos, por la negativa de los productores de Estados Unidos. No por algo y siempre sobre datos de la misma OMC, la mitad de las denuncias fue realizado por países emergentes contra países desarrollados.

Según recientes estudios del organismo mundial, el aumento del proteccionismo producto de la crisis económica de las naciones desarrolladas, no sólo se da bajo la forma tradicional de aplicación de aranceles o impuestos a la importación, sino que éste se lleva a cabo bajo la forma de nuevas medidas “sanitarias” o del crecimiento de “normativas técnicas” que deben cumplirse para la entrada de productos foráneos.

Para el director de BIM (Business Issue Management), Gustavo Idígoras, y también ex agregado agrícola ante la UE, “el proteccionismo creciente es una espiral de cierre de mercados que van a impactar en ventas de vinos, frutas, pescados, cereales, oleaginosas, entre otros, por más de 20.000 millones de dólares”.

Ante esto, el experto propone “acuerdos de libre comercio tipo Mercosur-UE, o a futuro Mercosur con China, India, Centroamérica y algunos países africanos o la opción multilateral vía la Ronda Doha de la OMC”.

Algunos casos más relevantes pasan por los cárnicos y pesca, donde se destaca la pelea de EE.UU-UE contra Rusia. Este último rechazó la importación de carne de cerdo norteamericana por contener altos residuos de antibióticos, y desde Europa, por el brote de peste porcina africana. La medida benefició a Brasil.

Sanitario

En este punto es conocida la exigencia de China a nivel sanitario, en especial con los productos genéticamente modificados. En 2013 y en parte de lo que va de este año, le dijo no a más de un millón de toneladas de maíz provenientes de Estados Unidos. Las autoridades chinas encontraron una variedad transgénica que no fue aprobada por sus organismos oficiales.

Por otro lado, también se viene impulsando la famosa ecoetiqueta, el cual cada vez es más demandado por los consumidores en varias cadenas minoristas. Francia, Reino Unido, España, Alemania, Suiza, Austria, entre otros, ya lo usan. La misma Unión Europea buscará implementar un esquema para los 27 países.

En definitiva, una medida que se esconde como estrategia para defender la producción europea, pero que no es más que una traba comercial. Si es aplicado en todo el territorio europeo perjudicará los envíos argentinos y la de todos los países que importan hacia el Viejo Continente.

Panel

El próximo 26 de marzo se verán las caras España y Argentina por la negativa de cupos a empresas nacionales hasta 2015 para la importación de biodiésel. El país ibérico representó hasta el 2012, más del 70% de las exportaciones argentinas.

Otro dos casos son el limón y la carne que tienen vedado su llegada al mercado norteamericano. Y si bien el Gobierno nacional avanza con la idea de pedir un panel para destrabar el conflicto. Autoridades norteamericanas han mostrado gestos para la apertura de sus fronteras a ambos productos locales. El mismo representarían divisas por más de 400 millones de dólares.

China e India a la cabeza

La Argentina y otros países en desarrollo (entre los que se cuentan India, China, Cuba, Uruguay, Sudáfrica, Filipinas y Tailandia) presentaron reclamos a la Unión Europea (EU) en el Comité de Obstáculos Técnicos al Comercio.

Entre las medidas cuestionadas se cuenta el reglamento relativo al registro de productos químicos (Reach); la ley medioambiental Grenelle II de Francia que exige etiquetado por huella de carbono; la decisión del Tribunal de Justicia Europeo que obstaculiza el ingreso de miel; la directiva relativa a energía de fuentes renovables; el reglamento sobre producción y etiquetado de productos orgánicos, y las medidas sobre el etiquetado del vino.

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