Su texto es el siguiente:

“El 8 de julio de 2014 cumplí 10 años como fiscal de Saladillo. Con aciertos y errores desarrollé la función de la manera que, honestamente, consideré más digna y decorosa. Intenté hacerlo con responsabilidad, dedicándole gran cantidad de horas de trabajo y estudio. En este período y con el equipo de trabajo que me acompaña, logramos esclarecer gran cantidad de causas difíciles, entre estas todos los homicidios dolosos que investigamos.

La causa de Marisol Oyhanart no recibió distinto tratamiento, fue trabajada, investigada, estudiada y meditada horas y desde el primer día. Como cualquier causa compleja requirió de la intervención de múltiples profesionales cuyos procesos de elaboración requieren de un tiempo, máxime cuando a ciencias se refieren, por ejemplo la autopsia. De más está decir que no existió ninguna adulteración dolosa de nada, como tampoco encubrimiento alguno, nunca fue mi estilo. Así y en mi pleno convencimiento firmé una requisitoria de detención que me fue denegada por el Sr. Juez de Garantías Interviniente, doctor César Melazo. Firmé tal pedido de detención porque la consideré lícita y ajustada a derecho, formal y procedente.

La circunstancia de que mi criterio jurídico no haya coincidido con el de Usìa, mi colega, no implica necesariamente que yo haya sido la errada, cabe la posibilidad de que el errado, respetuosamente, sea Usía, estas son las reglas del proceso penal. Yo considero procedente la detención del imputado de autos, fundada en las múltiples pruebas adunadas a la causa, que llevan ya más de 1800 fojas. No me interesa debatir en los medios, porque los procesos judiciales no se resuelven en ellos ya que no son un reality show.

Los últimos 90 días trabajé presionada, por marchas que siempre consideré estériles, que ninguna prueba aportan, pero generan enfrentamientos sociales y plantan dudas. Contesté escritos conteniendo conjeturas, fruto de elementales desconocimientos de ciencia forense y reglas del proceso penal y hasta de Normas de Ética profesional. Soporté denuncias a mi persona y también al Fiscal General. Por todo ello el Sr. Fiscal General me ha apartado de la causa, cosa que entiendo y le agradezco. Así que solo me queda agradecer a los que siempre me apoyaron y creyeron en mí, y desearle a mis detractores que logren disipar sus dudas de la mano del nuevo fiscal de la causa”.