El juez federal de Lomas de Zamora, Juan Pablo Augé, procesó a los ex jefes de inteligencia del macrismo, Gustavo Arribas y Silvia Majdalani, por presunto espionaje ilegal a Cristina Kirchner y a integrantes de la entonces oposición.

Además, el magistrado les prohibió salir del país -por lo que retendrá sus pasaportes- y los embargó por dos millones de pesos, según difundió la agencia NA. 

Según el juez, Arribas y Majdalani ordenaron hacer inteligencia ilegal sobre la senadora y varios miembros del kirchnerismo. En la causa, están involucrados algunos ex espías y la directora de documentación presidencial de Macri, Susana Martinengo. 

La hipótesis de trabajo de la Justicia es que la información, obtenida ilegalmente, llegaba hasta algún despacho de la Casa Rosada. La defensa de los procesados es que ellos no ordenaron ningún espionaje ilegal y que algunas de las cosas que se ventilaron en el expediente estuvo vinculada a la necesidad de protección de Cristina Kirchner, en el marco de la cumbre del G20.

 

Dentro de los espiados, según consta en el expediente, figuran incluso dirigentes del entonces oficialismo, como el jefe de Gobierno porteño y su vicejefe, Horacio Rodríguez Larreta y Diego Santilli.

Tal como publicó PERFIL tras la indagatoria al ex jefe de los espías del macrismo, Augé, el juez del caso, considera que tanto Arribas y Majdalani, que fueron sobreseidos por una acusación similar en 2018, dijeron "falsamente que no se habían producido seguimientos a Cristina Fernández y que el personal descubierto en el lugar estaba realizando tareas investigativas en cumplimiento de una orden judicial". 

Crece la investigación por presunto espionaje ilegal y se suman nuevos nombres a los "espiados"

Para el magistrado, “el accionar desplegado por la AFI demuestra falta de profesionalidad y apego a las normas legales, ya que el mismo no solo atentó contra la seguridad de la ex presidenta, sino contra los mismos agentes que la custodiaban, ya que ese conocimiento es vital para el accionar de ellos”.

En el expediente hay indicios de un seguimiento muy pormenorizado de la ex presidenta y también de una vigilancia al Instituto Patria, el edificio a dos cuadras del Congreso que Cristina usa de fundación política. En la hipótesis judicial, esos seguimientos no tenían justificación y habrían sido ordenados desde la AFI.

Sin embargo, el ex jefe de los espías y también Silvia Majdalani sostienen que por el sobreseimiento de 2018 hay cosa juzgada y que, en tal caso, hubo "ovejas descarriadas" que se cortaron solas.