El directorio de Petrobras aprobó un nuevo plan de retiro para sus trabajadores, en momentos en que la estatal brasileña trata de superar un creciente déficit de pensiones y la indignación de los empleados. La inscripción voluntaria en el nuevo plan se propone luego de que Petros, el fondo que administra las pensiones de los trabajadores, demostrara el riesgo de insolvencia y falta de liquidez en el mediano plazo, detalló Petrobras en un comunicado el miércoles. Los sindicatos de trabajadores petroleros temen que haya más pérdidas para los empleados después de que los sueldos ya fueran reducidos en un 30 por ciento para cubrir el déficit de US$7.000 millones del fondo. "El plan del año pasado para resolver el déficit ya era insoportable para los trabajadores", afirmó por teléfono Paulo Brandão, miembro del consejo fiscal de Petros, desde Río de Janeiro. "Esto es aún peor".

Los detalles del plan aún no están claros, su implementación demoraría meses y los trabajadores ofrecerán una alternativa para resolver el déficit, añadió Brandão. Petros indicó en una respuesta enviada por correo electrónico que "cumple con su función de evaluar técnicamente las alternativas presentadas por sus participantes y patrocinadores dentro del marco legal existente". No fue posible conocer comentarios de funcionarios de Petrobras. El 60 por ciento del déficit de las pensiones obedece a las participaciones en compañías que se convirtieron en objetivos de investigaciones por corrupción y a los efectos de la recesión de Brasil, precisó Petros en 2017. La mayor esperanza de vida de los brasileños y otros cambios estructurales representan el 40 por ciento restante. Petrobras culpa a tabajadores por los déficits actuales por los recursos judiciales que suspendieron el 55 por ciento de las contribuciones adicionales al fondo, mientras los sindicatos dicen que la compañía los hace pagar los platos rotos por las malas inversiones.

Petros utilizó los ahorros de los empleados para invertir en una gran cantidad de proyectos ligados al crudo durante el auge de los commodities de la década anterior, incluida una empresa de US$25.000 millones para construir buques de perforación en aguas profundas que quebró. El nuevo plan de retiro aún debe ser aprobado por el regulador de pensiones.