Ante las medidas dispuestas por el gobierno nacional y su impacto en la actividad económica, es fundamental que se asegure que los formadores de precios retrotraigan los mismos a niveles que no hagan estéril la devaluación decretada.

En ese aspecto, se aclaró que los pequeños y medianos comerciantes e industriales no son formadores de precios y sufren al igual que el consumidor “los caprichos de las grandes corporaciones que de manera insensible plantean el ajuste de precios engrosando así sus cuantiosas utilidades”.

Raúl Lamacchia, presidente de FEBA y de la UCIP Mar del Plata, declaró que “siempre hemos sostenido la prioridad del mercado interno y por ello el ingreso al país de productos importados debe merecer un estricto control, a fin de no tirar por la borda el esfuerzo de los últimos años de fortificar la industria nacional, en este caso la de neto perfil de abastecedor del mercado interno y clave fundamental en la creación del empleo argentino”.

“Es importante competir de igual a igual con los productores extranjeros que en muchos países utilizan la explotación para obtener costos viles, hecho que no se da en nuestro país”, resaltó.

Lamacchia agregó que es fundamental que no se trasladen a los costos de financiamiento de las compras, “los salvajes intereses que el sistema financiero aplica al levantarse las restricciones y controles que hacían que los sistemas de pago funcionaran como promotores de la producción y no materializando una exacción a favor únicamente del aparato financiero”.

En este camino, la Federación compromete su activa participación junto a los responsables de llevar adelante lo que para nosotros son ineludibles políticas nacionales para bien de todos los argentinos.

“Se abre un proceso que exige actitudes positivas, fundamentalmente del gobierno, empresarios y trabajadores. En esa línea estará esta Federación”, concluyó.