Donald Trump no descansa y menos en Twitter. El presidente de Estados Unidos lamentó haber tenido que intervenir para obtener la libertad de jugadores estadounidenses de básquetbol universitario detenidos en China por robo de objetos en una tienda, tras las palabras del padre de uno de ellos, consideradas ingratas por el magnate.

"¡Debí dejarlos en la cárcel!", exclamó el presidente en Twitter, visiblemente irritado por las declaraciones de LaVar Ball, un ex jugador de básquet y fútbol estadounidense y padre del jugador de la universidad de Los Angeles LiAngelo, consideradas ingratas por el presidente.

"¡Debí dejarlos en la cárcel!", exclamó el presidente en Twitter, visiblemente irritado por las declaraciones de LaVar Ball, un ex jugador de básquet y fútbol estadounidense y padre del jugador de la universidad de Los Angeles LiAngelo, consideradas ingratas por el presidente.

Trump había intercedido personalmente ante su homólogo chino, Xi Jinping, y obtuvo de las autoridades chinas el permiso para que LiAngelo, Cody Riley y Jalen Hill pudieran salir del país tras haber sido detenidos en una tienda Louis Vuitton en Hangzhou.

"Todo el mundo quiere hacer creer que me hizo un favor", había declarado LaVar Ball a la cadena deportiva ESPN. También estimó que la atención mediática dedicada a este asunto tendía "a hacer mucho ruido por nada".

Trump había intercedido personalmente ante su homólogo chino, Xi Jinping, y obtuvo de las autoridades chinas el permiso para que LiAngelo, Cody Riley y Jalen Hill pudieran salir del país tras haber sido detenidos en una tienda Louis Vuitton en Hangzhou.

"Todo el mundo quiere hacer creer que me hizo un favor", había declarado LaVar Ball a la cadena deportiva ESPN. También estimó que la atención mediática dedicada a este asunto tendía "a hacer mucho ruido por nada".

Trump había intercedido personalmente ante su homólogo chino, Xi Jinping, y obtuvo de las autoridades chinas el permiso para que LiAngelo, Cody Riley y Jalen Hill pudieran salir del país tras haber sido detenidos en una tienda Louis Vuitton en Hangzhou.

"Todo el mundo quiere hacer creer que me hizo un favor", había declarado LaVar Ball a la cadena deportiva ESPN. También estimó que la atención mediática dedicada a este asunto tendía "a hacer mucho ruido por nada".