Junto a Catamarca, Mendoza se convirtió ayer en la novena provincia bajo el paraguas de la declaración de la Emergencia Agropecuaria, que le garantiza la llegada de fondos para asistir a los productores de distintos oasis afectados por el granizo y las lluvias durante la temporada.

Fue al cabo de la tercera reunión del año de la Comisión Nacional de Emergencia y Desastre Agropecuario (Cemeda), que en lo que va del 2016 ya le había asegurado asistencia financiera nacional a La Rioja, Corrientes, Chaco, Entre Ríos, Córdoba, Santa Fe y Formosa a partir de un fondo de $ 500 millones.

“Tratamos los decretos de Mendoza y Catamarca porque el granizo y las lluvias intensas generaron bastantes daños. Fue un trabajo en conjunto con las provincias para evaluar los daños con técnicos nacionales y provinciales, con lo cual se tomó la decisión de acompañar los decretos. La idea es seguir trabajando en beneficio de los productores afectados que son los que más precisan nuestra ayuda”, destacó Santiago Hardie, secretario de Coordinación y Desarrollo Territorial, del Ministerio de Agroindustria de la Nación. 

Si bien no se terminó de definir la asignación para Mendoza, históricamente la figura de la Emergencia le ha asegurado unos $ 20 millones promedio, que el Ejecutivo provincial aspira como mínimo a duplicar. Todo comenzó a partir de una solicitud de la Provincia, que ya se había declarado en Estado de Emergencia y/o Desastre Agropecuario para el período comprendido entre el 11 de diciembre y el 31 de marzo.  

Según el subsecretario de Agricultura y Ganadería de Mendoza, Alfredo Aciar, “se presentó la problemática de la provincia en cuanto a factores climáticos, que es compleja. La Comisión decidió acompañar con la declaración de Emergencia y/o Desastre. Con escasa capacidad financiera, necesitamos mucho el apoyo nacional y lo estamos consiguiendo”.

La Cemeda, que además de Agroindustria también está integrada por entidades rurales como CRA (Confederaciones Rurales Argentinas) y Sociedad Rural, accedió a incluir en el texto final un apartado que es una novedad: fondos también para compensar daños por enfermedades criptogámicas.

Justificadas como efectos de “excesivas lluvias”, significa que al final de la temporada y tras los peritajes, los viñedos alcanzados por peronospora o botritis accederán al beneficio, al igual que la producción de durazno y ciruela.

Actualmente, Mendoza tiene registradas 25 mil hectáreas productivas con daños totales (100%). Y a nivel de denuncias hay 50 mil, sin contar la superficie que termine incluida con mermas de origen fúngico.

“Teniendo en cuenta que la asistencia exige un análisis técnico riguroso para justificarla, será difícil calcular también los daños por enfermedades pero  vamos a trabajar en eso”, señaló Aciar, tras la reunión en la que participaron AFIP, el Banco Central y el de la Nación Argentina.

Lógicamente, los productores tomaron con beneplácito la noticia, aunque con reservas en cuanto a la menor presión impositiva. Para Daniel Rodríguez, vice de la Asociación de Viñateros de Mendoza, “hay pérdidas por 40% de la producción, pero discriminar la razón es dificultoso: la caída de granizo también provocó enfermedades por falta de tratamiento en muchos viñedos. De todos modos, es importante incluirlas, sobre todo porque no las alcanza el seguro solidario”.

Reclamo de productores de papas

El presidente de la Federación Nacional de Papas, Carlos Fernández, afirmó ayer que “el consumidor no puede pagar lo que paga por un kilo de papas mientras que el productor trabaja a quebranto”.

A través de un comunicado, Fernández aseguró que el sector productor de papa encara “con mucho coraje” la decisión de sembrar en momentos en que el valor de su producción en el mercado local resulta “vil en relación a lo que cuesta (implantar) una hectárea de papa”. El  sector espera que “se terminen” dichas brechas.