Una multitud renovó su fe y acompañó a San Cayetano

El Obispo Luis Urbanc no asistió a ninguna de las dos procesiones por encontrarse de visita pastoral.

Una vez más, como cada 7 de agosto, los devotos de San Cayetano renovaron su fe y lo acompañaron en procesión. Tanto en la comunidad de Choya, en la zona norte capitalina, como en el sur, en el Barrio Villa Eumelia, frente al Cementerio Municipal, un importante gentío se dio cita para participar en el cierre de las fiestas patronales en honor al Santo del pan, la salud y el trabajo.

La primera procesión se realizó en la Capilla San Cayetano, ubicada en la esquina de Fortunato Rodríguez y 1º de Mayo. El presbítero Juan Olmos, de la Parroquia Sagrado Corazón de Jesús, encabezó la caminata de los fieles y devotos del Santo de la Providencia. Hacia la zona norte, la procesión estuvo dirigida por el Padre Antonio Bulacio. Los fieles se congregaron en la Parroquia del Señor de los Milagros y en la Plaza Juan Pablo II.

En ambas zonas urbanas, los seguidores de San Cayetano expresaron su agradecimiento por los favores concedidos y, al mismo tiempo, volvieron a pedir por Salud y Trabajo en el hogar y para la familia. Además, no solo estuvieron presentes feligreses capitalinos sino también de otros departamentos, como Fray Mamerto Esquiú y Ancasti.

"Vengo todos los años a pedir y a agradecer. Pido trabajo y salud para mis hijos. Él -por San Cayetano- nunca nos hace faltar el pan. Siempre tenemos para darles de comer a los hijos”, contó María Vélez.

En la Plaza de Choya, Sonia Terán comentó que en esta oportunidad vino especialmente a dar las gracias, al igual que Érica y Luis Alberto Gómez. Los tres -que año a año participan de esta novena- coincidieron en que se agradece y, al mismo tiempo, se pide para que el Santo de la Providencia no haga faltar en ningún hogar el trabajo, el pan y la salud. 

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