Máximo abrió un nuevo debate

Máximo abrió un nuevo debate

El hijo de Néstor y Cristina fue el principal orador del acto de La Cámpora y pidió que la oposición se anime a enfrentar a Cristina. La re-re está vedada, pero ahora se habla de ella. Ecos de un discurso simple

Sólo dos de los organizadores, Andrés Larroque y Wado de Pedro, sabían que el cierre del acto de La Cámpora en la cancha de Argentinos Juniors lo haría él. Después de muchos años de conducir esa organización en las sombras, tanto que algunos de la propia mesa chica se animaron a cuestionar su liderazgo, Máximo Kirchner le habló a la militancia juvenil del kirchnerismo.

En rigor, habló ante ellos, pero se dirigió a quienes no estaban allí y seguían por la pantalla chica el acto cuya relevancia creció exponencialmente con su presencia. Las críticas a la oposición y la defensa de su madre eran de manual. Pero el muchacho, que ya dejó de ser pibe, sacudió el tablero con frases que le interrumpieron a más de uno la soñolencia de la siesta.

“No existen apellidos milagrosos, existen proyectos políticos”, analizó Máximo en un tramo de la alocución, para reafirmar que el kirchnerismo va más allá de Néstor, Cristina y hasta de él mismo. Pocos segundos después, disparó: “Si Cristina está tan mal y no sirve, si quieren acabar con el kirchnerismo, por qué no dejan y compiten con Cristina, y le ganan a Cristina y sanseacabó”. Seguidamente acotó: “No le tengan miedo a las urnas, no le tengan miedo a la sociedad”. La re-reelección quedó colgada como el título tácito de la jornada.

Máximo hizo una declaración de independencia camporista por sobre todos los pretendientes oficialistas a reemplazar a la Presidenta, siempre y cuando no sea uno de ellos.

Sabe de las limitaciones constitucionales para la continuidad de su madre, y también conoce la composición de un Congreso que no dará oportunidad a un cambio de la Carta Magna. Entonces, dejó en claro que si no es uno del riñón, es mejor que no sea nadie.

Invitó a los acólitos y fieles a volver a las calles cuando el 10 de diciembre de 2015 cambie el mando, y con ello encendió la alarma en los oficialistas con aspiraciones. El temor de que sólo al kirchnerismo le importará cargar el Congreso con sus dirigentes más puros, nunca podrá disiparse tras el discurso en la cancha de Argentinos.

Aunque Máximo Kirchner haya negado (también tácita y nunca taxativamente) que no buscará la continuidad del apellido en el sillón de Rivadavia, los encuestadores anotaron un nuevo nombre para los sondeos en curso. El muchacho apareció, provocó un cimbronazo en el FpV e instaló un nuevo tema en la agenda, que difícilmente prospere, pero es trending topic en las conversaciones de estos días.

"La ciudad en la que yo nací"

“En medio de una inundación como había sucedido en la ciudad de La Plata, ciudad en la que yo nací, parece mentira que miraran si tenían las pecheras puestas o no”, dijo Máximo Kirchner en un tramo de su discurso, mientras se refería al trabajo voluntario de La Cámpora tras la inundación de la capital provincial el 2 de abril de 2013.

No debiera pasar inadvertida esa mención a su lugar de nacimiento. Un sector del kirchnerismo pretende colocar al hijo de Néstor y Cristina como candidato a intendente de Río Gallegos. ¿Alguien en el círculo más íntimo de la familia preferiría otro destino?

Máximo, no obstante, siempre dijo que su lugar en el mundo estaba en la Patagonia. Como Néstor, como Cristina. Pero ambos alguna vez aparecieron en la cabeza de una lista legislativa en la provincia de Buenos Aires. ¿Se dará otra vez?

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