El ministro de Economía, Martín Guzmán​, llegará a la Cámara de Diputados para mostrarle a los legisladores en qué condiciones buscar renegociar la deuda de la Argentina con el FMI y los acreedores privados. Aunque no brindará detalles específicos sobre la oferta que prepara el Gobierno, el ministro sí tiene pensado decir qué economía espera para este año y podría adelantar algunos de los números de las proyecciones oficiales que reclaman los acreedores en los primeros contactos por la deuda.

A Guzmán lo escucharán legisladores oficialistas y opositores, pero el Gobierno distribuyó también un importante número de invitaciones a empresarios y sindicalistas. Sergio Massa​, el presidente de Diputados, invitó a los jefes de la Confederación General del Trabajo (CGT) y la Central Trabajadores Argentinos (CTA) y también a las principales organizaciones de empresarios, como la Unión Industrial Argentina (UIA), las asociaciones de bancos nacionales y extranjeros y la Sociedad Rural, entre otras.

Habrá un tercer anillo de espectadores en la exposición de Guzmán, que no estará físicamente en el Congreso pero que es el que más le interesa hoy al Gobierno. La idea de la Casa Rosada es mostrarles a los tenedores de bonos y los organismos internacionales de crédito que la propuesta que tiene pensado presentar Guzmán el mes próximo cuenta con un amplio apoyo entre los diferentes sectores de la sociedad argentina.

A esa platea virtual, el Gobierno quiere decirle que sólo con una deuda reestructurada la Argentina puede llegar a la meta del déficit fiscal cero a la cual se comprometió con el Fondo. Estimaciones privadas consideran que esa idea puede terminar siendo una estimación optimista. La consultora EcoGo, por caso, sostiene que incluso con la reestructuración de la deuda, el déficit llegará a 1,5%. Sin reestructuración, los pagos de la deuda tal como están hoy dejarán el déficit en 3,5%, sostiene ese mismo informe.

En la reunión de labor parlamentaria que se hizo este miércoles, el oficialismo dejó bastante clara la intención de armarle un escenario amigable a Guzmán. Cada bloque podrá hablar sólo tres minutos y Juntos por el Cambio ya avisó que ni siquiera usará ese tiempo.