Durante los meses de diciembre y enero se ha generado un ambiente de inseguridad respecto de las reformas internas en la municipalidad, incorporando en su gabinete a funcionarios con poca o nula experiencia. Otra de las críticas ha sido su falta de liderazgo, debido a distintos factores, como ser: las pocas horas que le dedica al municipio, problemas en el funcionamiento del Ejecutivo, la falta de medidas económicas tomadas ante el cierre de más de 100 comercios solo en el mes de enero; en lo político, hay que agregar que en su conjunto no ha sido capaz de articular acuerdos internos.

Economía

Gran parte del rechazo o del retraso en las iniciativas del Gobierno municipal es porque algunos son perjudiciales para el desarrollo de los comercios posadeños. El principal problema es el incremento en las tasas para este 2016 y las inflexibles políticas tributarias que tienen que soportar los emprendedores en la capital provincial. Como consecuencia se ha dado el cierre masivo de negocios. Desde la propia Cámara de Comercio e Industria de Posadas (CCIP) indicaron que la falta de soluciones a estas problemáticas históricas en Posadas, resume el panorama que se vive en la mayoría de los puntos tradicionalmente comerciales de la capital, donde los locales cerrados cobran protagonismo cada vez con más fuerza, lamentablemente. Y no se trata sólo de una "impresión" de los consumidores que caminan por la calle y miran vidrieras. El panorama es desolador.

Sin dudas, la falta de gestión y la recesión económica son fenómenos que golpean con dureza a los comerciantes, quienes a causa del desplome de las ventas minoristas, terminan viéndose obligados a liquidar todos sus productos, primero, y luego a bajar las persianas de forma permanente. En Posadas, la vacancia de locales en las principales arterias es "elevada". Solo en el mes de enero, aparecieron más de 50 comercios vacíos en avenidas como la Corrientes, San Martín, Mitre, entre otras. En tanto en el micro centro cerca de 45 locales cerraron sus puertas.

Decepción

Los sectores oficialistas de la renovación están desencantados. Internamente utilizaban el negacionismo (individuos que niegan la realidad) para no observar la incompetencia del lozano político; “pero hay que forzar mucho la imaginación para mostrarlo como un hombre de trabajo”, contó una fuente del oficialismo a agenciahoy.com. Pero este problema puede ser subsanable. Ahora la complicación que realmente se viene, es que Losada a través de un simple decreto quiere tener control absoluto sobre las droguerías en Posadas. El problema es que en ese sector hay interese políticos de figuras de primeras líneas de la Renovación. A lo que algunos operadores políticos del oficialismo expresaron: “podemos discutir de política y tener fuertes internas, pero los negocios son sagrados”.

Oposición

Desde los sectores críticos al Gobierno municipal renovador – kirchnerista, manifiestan que “Losada debe comenzar a brindar transparencia… la cual no tuvo en el Ministerio de Desarrollo Social, cartera que dirigió durante varios años”. Cabe destacar que lo único que hizo hasta el momento el intendente fue revisar los números del municipio, pero cuentan sus allegados que solo lo hizo para organizar un plan negocios millonarios con el Estado municipal y las compañías cuasi fantasmas que mando a crear en el mes de diciembre, más las que ya tenía armadas y venían realizando facturaciones millonarias en Desarrollo Social.

Amén

La Iglesia también ha sido muy crítica en estos últimos meses. Hace unas semanas en una carta dominical obispos misioneros, consideraron una "pena" que "se haya perdido la credibilidad en las estimaciones oficiales" en torno a los índices de pobreza. Y la falta de acción por parte de clase política por combatir la pobreza y con ello también el clientelismo político. Señalando los altos niveles de la indigencia que pueden verse en Posadas.

Del editor al lector

Es difícil que cambie el rumbo de gestión de Losada. Pero nunca fue un político de muchas luces. Tampoco ha tenido vuelo propio. Ganó las elecciones solo porque tuvo la “bendición” de Carlos Rovira, el líder político del oficialismo. El problema es que, mientras tanto, los posadeños lo sufrimos.