Juicio por trata: el fiscal general pidió siete años de prisión para los imputados

Juicio por trata: el fiscal general pidió siete años de prisión para los imputados
El Tribunal Oral Federal de Paraná realizó hoy la última etapa de alegatos, en el juicio contra dos acusados por el delito de trata de personas con fines de explotación sexual en perjuicio de una adolescente, supo Elonce TV.
Hoy se incorporó la última prueba y fueron los alegatos. Juzgan a José Cándido Manzanares, de 70 años, y Dardo Rubén Darío Campoamor, de 65. Están acusados por trata de personas, en su modalidad de captación y traslado.

El abogado Mario Figueroa, defensor de Manzanares, dijo a Elonce TV que en esta jornada comenzó el Fiscal General Ignacio Candiotti, “argumentando toda la prueba que surgió en el debate. Solicitó la pena de siete años de prisión para Campoamor y prisión preventiva para mi defendido”.

“En la prueba que está adjuntada en el expediente consta que el viaje se realizó a los fines de realizar la compraventa de un auto. Están reunidas el 08, verificaciones, impuestotes al día. Todo esto corrobora los dichos de mi defendido cuando hizo su descargo material”, indicó el letrado.

Además puntualizó que en el juicio, declaró “un testigo, posible comprador del auto Peugeot Partner, que con sus dichos, dejó en claro el motivo de aquel viaje del 5 de diciembre de 2011”.

Figueroa dejó en claro que pidió “la absolución” para su defendido ya que “no hay elementos de cargo que impliquen terminar en un juicio incriminatorio, para mi defendido”.

Asimismo, indicó que en caso que se le dicte alguna condena, “sea prisión domiciliaria, porque tiene más de setenta años, hipertensión obesidad, diabetes, fue intervenido varias veces quirúrgicamente”.

Los hechos que se investigan

En la etapa de las testimoniales, en el juicio se realizó la declaración que dieron dos operadoras de la Dirección General de Asistencia Integral a las Víctimas del Delito de la provincia, quienes acompañaron a la joven de 16 años luego de que fuera interceptada por Gendarmería a bordo de una camioneta con los acusados.

También brindó testimonio un hombre a quien supuestamente uno de los imputados vería en la provincia de Córdoba para concretar una operación de compra y venta de un vehículo.

El 5 de diciembre de 2011, a las 3 de la madrugada, Manzanares y Campoamor fueron detenidos en un operativo de control de rutas cuando intentaron cruzar el puente Victoria-Rosario a bordo de una camioneta Peugeot Partner. Con ellos viajaba una joven de 16 años, que se identificará como María.

Según dijeron, eran amigos de su madre y se dirigían a la provincia de Córdoba para realizar una operación de compra y venta de vehículos, y la adolescente los acompañaba para conocer. Pero cuando los efectivos de Gendarmería se contactaron con la mujer, ésta les dijo que no los conocía y radicó la denuncia que originó el proceso penal por trata de personas.

Tras el hecho, María se entrevistó con una psicóloga y una trabajadora social, quienes declararon ante el tribunal. Ambas destacaron la “reticencia” que mostraba la adolescente a contar la relación que tenía con los imputados y si bien aclararon que de esa primera entrevista no se podía establecer con certidumbre que se tratara de una víctima de trata, sí percibieron que “había algo que ella no estaba pudiendo decir”.

La psicóloga explicó que en los meses posteriores al hecho, se derivó el caso al Área de Niñez de la Municipalidad de Gualeguaychú, pero que volvió a entrevistar a María el año pasado, cuando fue alojada en una residencia del Consejo Provincial del Niño el Adolescente y la Familia (Copnaf) a partir de que fue imputada y procesada por un homicidio.

“El año pasado la noté diferente, muy quebrada, sin poder expresarse y hablaba de que el homicidio estaba asociado al hecho de trata, pero no quería dañar a su mamá y por eso se reservaba”, relató, que luego agregó que María “dijo que estaba amenazada y que tenía miedo de que le pasara algo a ella o a su familia”.

Finalmente, hizo hincapié en el estado de vulnerabilidad de la joven y puntualizó, como indicadores de ello, “que no estuviera inmersa en el sistema educativo”; “que no tenía amigos de su edad ni grupos de pares, sino que las personas a las que se refería como sus ‘amigos’ eran gente mayor con los que se reunía a comer asados”; y “que no haya podido decirle a su mamá que iba a viajar con dos personas adultas”, ya que le mintió diciendo que iría a Concepción del Uruguay con una amiga.

La compra de una camioneta

Daniel Formigo, es el hombre al que Manzanares dijo que le compraría una camioneta Peugeot 806 en el viaje donde fue detenido.

En su indagatoria, el imputado había explicado que viajaría a la localidad de Jovita, en la provincia de Córdoba, para concretar un negocio: debía entregar su Peugeot Partner y a cambio recibiría una Peugeot 806 que utilizaría para el transporte de personas que se alojaban en el complejo termal de Gualeguaychú, que era a lo que se dedicaba.

Formigo sostuvo que había promocionado la venta del vehículo en Internet y que Manzanares se mostró interesado, hubo algunos intercambios de correos electrónicos y llamadas telefónicas y el imputado vio la camioneta en una oportunidad, pero la operación se demoró porque se enteró que la Peugeot 806 tenía un embargo.

El negocio se concretaría el 5 de diciembre por una suma que Formigo estimó en “40.000 pesos”: Manzanares entregaría su camioneta y dinero en efectivo y se llevaría la Peugeot 806. Pero fue detenido. “Me pidió que se la guardara y lo hice, pero después habrá visto algo que no le gustó y el negocio se cayó”, dijo Formigo.

Comentá la nota