Cristina lo retó en público por insinuar que hay un dólar paralelo.
– “Nosotros, tomando un valor promedio, como hoy sucede en muchas actividades que se logra una comercialización a $ 5, estamos en un salario de US$ 600”, fue la osada declaración de Martínez el miércoles, en el ministerio y frente a la Presidenta.
–¿Perdón?”. “No, querido, no entendiste nada. Poneme el dólar a $4,64. ¿O te pensás ir afuera vos?”.
Paralizado por el miedo, Martínez intentó una explicación rectificatoria, pero Cristina lo cortó en seco. “Mejor, dejálo ahí”.
Martínez sintió la necesidad de expresar su mea-culpa y ayer salió a hablar por radio.
Y para aspirar al perdón presidencial, tal vez, no sólo dijo que se había equivocado con el cálculo que había hecho sobre el salario mínimo, sino que también fue más allá y expresó: “La inflación no me preocupa”.
“Yo me confundí” , dijo Martínez ayer por la mañana en Radio 10. Pero fue mucho más allá cuando empezó a descargar elogios al gobierno nacional y afirmó que “la inflación no es preocupante”.
Martínez, líder de la UOCRA, un gremio con un alto porcentaje de trabajadores contratados de manera informal –en “negro”– buscó así volver al redil oficialista. El sindicalista sonó hace un tiempo como el candidato que respaldaba el Gobierno para reemplazar a Hugo Moyano al frente de la CGT.
Pero unos documentos que daban cuenta de su participación como agente secreto del Destacamento 201 de Inteligencia de Campo de Mayo truncaron, parece, esa candidatura.
Este diario público documentos que señalan que durante la dictadura, en la comunidad informativa de la inteligencia militar a Martínez se lo conocía con el seudónimo de “Gabriel Antonio Mansilla” y se lo calificaba como “agente leal y útil” . Esas exactamente, parece, son las cualidades que le exige el kirchnerismo. Y él cumple.
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