Italia sigue sin ponerse de acuerdo

Italia sigue sin ponerse de acuerdo
Dolores Álvarez.

El centroizquierdista Bersani quedó fuertemente golpeado en su partido y dejará la secretaría del PD ni bien se designe al nuevo presidente de la República. Todos se pasan factura y finalmente un "grillino" podría ser elegido.

Abriendo una crisis letal en el Partido Democrático, en el segundo día de votaciones y luego de dos sufragios, ningún candidato logró los votos necesarios para ser el nuevo presidente de la República de Italia. Después de un acuerdo infructuoso entre el PD y la derecha en torno a la figura de Franco Marini, Pier Luigi Bersani cambió la estrategia y compactó a su agrupación que, antes del tercer escrutinio y por unanimidad, decidió elegir a Romano Prodi para ser el postulante de la izquierda a la jefatura de Estado. El golpe de timón del secretario enfureció a la derecha, que no participó en la cuarta elección, y sacó a flote que en el PD había casi cien "francotiradores": electores que juraron obediencia por la mañana pero muchos de los cuales votaron, por la tarde, por el candidato del Movimiento 5 Estrellas. Ya entrada la noche y cuando las sorpresas del día parecían haber terminado, Bersani decidió renunciar a la secretaría del partido, una vez que haya sido electo el sucesor de Giorgio Napolitano. "Uno sobre cuatro de nosotros es un traidor", dijo el ex miembro del Partido Comunista Italiano, que cerró con amargura el capítulo más triste de sus casi cuarenta años de militancia política.

Luego de las dos primeras votaciones del jueves, el PD llamó a una asamblea de los grandes electores de izquierda –500, entre diputados, senadores y representantes de las regiones– para elegir un nuevo candidato a la presidencia. Ayer por la mañana y por unanimidad, la agrupación escogió a Prodi quien, a diferencia de Marini, que fue electo en una reunión bilateral entre Bersani y Silvio Berlusconi, fue proclamado por el conjunto del partido.

De jueves a viernes, la táctica de la agrupación de izquierda cambió radicalmente: si en un primer momento el PD proponía un candidato de "amplio acuerdo" con la derecha, después del fracaso de Marini decidió jugarse por el ex presidente de la Comisión Europea, votando en blanco en el tercer escrutinio para poder elegir al ex premier de centroizquierda durante la cuarta votación, con una mayoría simple. Además, el PD esperaba que el M5E se dejara tentar por la figura del profesor, que fue uno de los diez nombres que resultaron de las primeras online de la agrupación liderada por Beppe Grillo.

Luego del plantón de la izquierda, el Pueblo de la Libertad decidió unirse con Elección Cívica, el centro liderado por Mario Monti, para sostener a Ana Maria Cancellieri, ministro del Interior del gobierno técnico.

Durante la votación matutina, una nueva fumata negra salió del Parlamento: los votos en blanco fueron 465, Rodotà obtuvo 250 preferencias y más de 180 votos se dispersaron entre varios candidatos menores.

La derecha protagonizó el sufragio de la tarde: no participó de la votación porque el PD, aseguró, "violó la palabra dada" y convocó a una manifestación de protesta frente a la sede de la Cámara de Diputados. "Ahora será una lucha dura", amenazó Berlusconi, para quien "el PD se equivocó en todas sus decisiones".

El balde de agua fría para Bersani llegó con el crepúsculo: Prodi –quien luego del resultado retiró su candidatura– tenía todas las cartas para ser electo con una mayoría simple (504 votos) pero obtuvo apenas 395 preferencias, seguido por Rodotà con 213 y por Cancellieri, con 78 votos.

Los números dejaron a la luz la existencia de cien "traidores" y al liderazgo del ex comunista en la cuerda floja. Por la noche, la agrupación se reunió para intentar salvar la vida del partido, desde ayer formalmente en terapia intensiva. «

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